La hotelería del interior provincial sufrió un frenazo por la reticencia a invertir de sectores ligados a la producción agropecuaria, que se pusieron en situación de stand by. En efecto, dos iniciativas que habían sido anunciadas en extremo sur provincial fueron puestas en el freezer, a la espera de un mejor horizonte económico. Se trata de los Howard Johnson de Venado Tuerto y Rufino, el primero pensado bajo el régimen flat de propiedad horizontal y el otro ideado como alternativa de alojamiento para viajeros de negocios.
“Desensillar hasta que aclare, ésa es la premisa que se puso en juego para frenar el proyecto del hotel. El interés de los inversores sigue, pero estamos aguardando mejores condiciones económicas”, le dijo a punto biz Gustavo Dimo, empresario rufinense quien junto a otros colegas de la ciudad más austral de la bota diseñaron un cuatro estrellas con perfil corporativo en un predio de tres hectáreas sobre la ruta nacional 7, vía estratégica que comunica Buenos Aires con Mendoza, a metros del cruce con la transitada ruta 33 que conecta Rosario con el puerto de Bahía Blanca.
Con los planos terminados, el visto bueno municipal para el inicio de la obra y el ok de la cadena Howard Johnson para ocuparse del gerenciamiento, el esquema de negocio pasó a un cuarto intermedio. “Toda la gente que se embarcó en la inversión está ligada al sector agropecuario y hasta que la ecuación económica no deje mejores excedentes como ocurría hasta hace pocos años, calculamos que el hotel deberá esperar”, amplió Dimo.
“No queremos depender de financiación externa, algo que hoy debería ponerse en juego para concretar el complejo”, sumó. Los planos del Howard Johnson Rufino prevén 40 habitaciones, apto para clientes corporativas, con infraestructura para la organización de eventos. Con todo, no se descarta posicionar la plaza como alternativa del turismo para el fin de semana.
Con más tiempo en stand by, el proyecto del Howard Johnson Venado Tuerto pasó a cuarto intermedio desde que se complicó la comercialización de sus habitaciones. Es que replicando el modelo de los hoteles flats, estaba pensado como variante inmobiliaria a través de la cual, el inversor accedía a una habitación y obtenía rentabilidad en forma proporcional al rendimiento rendimiento de todo el complejo.
El lugar elegido para el desarrollo era el country del Jockey Club venadense, un loteo conocido como La Cheltonia, a las afueras del éjido urbano sobre la ruta nacional 8, e iba a representar para el club un beneficio económico durante por lo menos 10 años. La configuración del establecimiento planificaba 80 habitaciones y salón auditorio. Lanzado a finales de 2009, la obra se paralizó y por ahora no hay inicios de despegue.
Fuente: puntobiz.com.ar