Las grandes precipitaciones y los problemas de infraestructura confluyeron para que una gran parte del sistema productivo lechero santafesino se vea fuertemente afectado.
Entre fines de febrero y principios de marzo, cayeron unos 600 mm de agua en una gran extensión del centro de la provincia de Santa Fe y el este de la de Córdoba. Dentro de ese territorio se encuentra el Departamento Las Colonias, cuya producción lechera fue fuertemente afectada. Según un especialista de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la situación del sector es similar a una “catástrofe”.
El problema de la producción de leche por el fenómeno climático se agrava en tanto y en cuanto los bienes públicos que no están en buenas condiciones, colapsan y producen una serie de problemas en la red vial, en los sistemas de drenaje y escurrimiento de las cuencas hídricas, y también en el tendido de la red eléctrica.
Según explicó Oscar Osan, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la UNL, “los problemas ocurridos en la urgencia son múltiples: rutas cortadas, cortes de energía, comunidades anegadas, capacidad instalada colapsada, rodeos evacuados, producción tirada, problemas en la obtención de insumos, imposibilidad de sacar la producción, y otras situaciones que generan malestar y diversas problemáticas sociales”.
Catástrofe
El especialista contó que en los tambos la situación es similar a una catástrofe: “La producción cae rápidamente producto de la imposibilidad de ordeñar periódicamente, las pérdidas en la cadena forrajera, que en muchos casos son totales, las instalaciones anegadas y los problemas que se producen en el ganado producto de la aparición de problemas podales, sanidad de las ubres, pérdida del estado corporal y otras diversas situaciones”.
Al mismo tiempo, destacó que el resultado de esa situación es un “bache productivo importante”, que en algunos casos supera el 50%, pero que en realidad se sumará a las perdidas estacionales que normalmente ocurren entre los meses de octubre y abril de cada año, aproximadamente del 20% de la leche producida, otro 10% adicional, llegando a un valor promedio del 30% para el período.
“A esto se suma el impacto sobre los recursos humanos, que ven con total impotencia cómo se derrumba todo su esfuerzo productivo, los costos realizados y los procedimientos y rutinas de trabajo, en muchos de los cuales volver a empezar implica perder estándares alcanzados de eficiencia en la producción, en los indicadores sanitarios, de reproducción y muchos otros aspectos que complican la situación de retener mano de obra en el sector rural”, continuó.
Costos hundidos
Osan, quien es director del Departamento de Ciencias Sociales de la FCA, añadió que todos estos problemas constituyen una serie de costos hundidos que no podrán recuperarse. “Si los trasladamos a nivel sectorial, el impacto económico se traduce en millones de pesos de pérdidas reales que tendrán que ser absorbidas por los empresarios. Luego es necesario tener en cuenta los costos que significan volver a empezar. Sólo como referencia, se estima que para un tambo promedio restablecer la cadena forrajera perdida, seguramente una de las primeras acciones a realizar en la mayoría de los establecimientos, costará alrededor de 350 mil pesos por establecimiento. Si sumamos a esto los gastos excedentes por compra de alimentos balanceados y otros nutrientes, los costos sanitarios y reproductivos, más otra serie de gastos necesarios para alcanzar el funcionamiento normal, podemos estimar unos 450 mil pesos por tambo”, detalló.
Falta de leche, consecuencia del exceso de lluvias
El Departamento Las Colonias comprende una superficie de 6.349 km2 y alberga una población superior a los 100 mil habitantes de los cuales aproximadamente el 20% corresponde al sector rural. Allí se asienta una matriz de producción agropecuaria que se estima que generará unos 5 mil millones de pesos en este año, provenientes de más de 1.100 establecimientos ganaderos que concentran unas 196 mil cabezas en actividades de producción de carne, unas 334 mil hectáreas sembradas que aportarán más de un millón de toneladas de soja, trigo, maíz, sorgo y girasol, y alrededor de mil tambos que producirán más de 725 millones de litros producto del ordeñe de más de 125 mil vacas, explicó Osán.
“Particularmente, en este último caso, cada tambo emplea una mano de obra de cuatro personas. Si consideramos que por cada una de estas personas se generan seis puestos a lo largo de toda la cadena de valor, el impacto del sector lácteo se traduce en más de 26 mil puestos de trabajo. Estos dos puntos de vista permiten establecer una referencia sobre la importancia que el sector agropecuario tiene en la producción, la economía, el ambiente y la sociedad del Departamento Las Colonias, que tiene como carácter principal una identidad urbana y rural imposible de delimitar o separar”, finalizó.