Las diferencias entre Bolivia y Chile por la demanda marítima, pasan a ser el conflicto más enconado luego de que se anunciara el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que su país acepta el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Chile, con la consecuente designación de embajadores, para buscar una solución a su reclamo de una salida al Pacífico. El mandatario propuso como mediador al papa Francisco para que en cinco años su país tenga la salida al mar que le reclama a Santiago.
«Quiero decirle al Gobierno de Chile: estamos de acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas para que en menos de cinco años se resuelva el tema del mar para Bolivia, una salida al océano Pacífico con soberanía, y con un garante, el hermano papa Francisco», dijo Morales en el Palacio de Gobierno de La Paz.
El pasado 8 de Julio, el Papa dijo en un discurso en la catedral de La Paz que estaba pensando en el mar acá, y que es necesario un «diálogo franco y abierto» entre los países para que resuelvan sus problemas. Estas declaraciones del sumo pontífice dan un «impulso» al reclamo de Bolivia porque la palabra más influyente del mundo ha dado su posición y Chile se ha quedado anonadado.
El conflicto por la salida al mar boliviana inicia en 1879, donde tras una guerra con Chile pierde 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros lineales de costa. Los reclamos desde aquel entonces han sido presentados en diferentes organismos: Naciones Unidas, La Haya, Mercosur, Corte Internacional de Justicia (CIJ), entre otro sin surtir efecto.
Chile por su lado, ha objetado la competencia de la CIJ y rechaza la petición boliviana con el argumento de que los límites quedaron sellados en un tratado firmado en 1904.Bolivia ha sostenido que su demanda tiene como base las diferentes ofertas realizadas por diversos funcionarios de Chile, entre ellas presidentes, cancilleres y embajadores, para solucionar su falta de acceso soberano al mar.
Los equipos jurídicos de ambos países el pasado Mayo comparecieron en las audiencias de alegatos orales para tratar la petición chilena de que el tribunal se declare incompetente en el tema, un asunto cuya resolución puede durar entre 4 y 6 meses.