Una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial estiró otros diez días hábiles los primeros diez días hábiles que habían sido establecidos a principios de mes para que los pequeños productores de trigo y maíz soliciten la asignación de hasta 5.000 kilos de fertilizante nitrogenado o Urea. En el medio de esta prórroga, el Estado fue incapaz de poner en funcionamiento una planilla en internet para recopilar las presentaciones. De hecho, ante esta prórroga, ya había productores quejándose de que el mecanismo seguía sin funcionar.
Pero ahora que esta situación burocrática parece haberse encaminado, se sabe además que la disponibilidad de urea sería de 30.000 toneladas, por lo que no alcanzaría para cubrir todo el universo de pequeños productores que se pretendía ayudar con esta medida.
Repasemos: a fines de agosto se dictó la Resolución 1280 del Ministerio de Economía. Horas antes, el ministro candidato Sergio Massa había anunciado una serie de medidas para volcar recursos a diversos sectores y esta estaba vinculada con el agro. En plena campaña electoral, y por primera vez en la historia del kirchnerismo, el gobierno nacional creaba el “Programa de Aporte de Nutrientes 2023”.
La medida, ideada por el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y su par de Planificación del Desarrollo, Jorge Neme, merecía un monumento a la creatividad: el Estado iba a gastar hasta 30 millones de dólares de financiamiento internacional a adquirir urea para distribuir entre los chacareros que hubieran sembrado hasta 150 hectáreas de trigo o maíz en la campaña 2022/23 (la de la sequía). A cada uno se le iban a otorgar 100 kilos de urea por hectárea, hasta un máximo de 5.000 kilos o 5 toneladas.
Aunque quedaba claro el tufillo electoralista de la medida (el mismo gobierno que regala fertilizante traba la importación de otros tipos de fertilizantes por la escasez de dólares), muchos productores pusieron manos a la obra por aquello de que “a caballo regalado no se le miran los dientes”.
El artículo 5º de esa primera resolución decía que “los productores interesados en recibir el beneficio, en un plazo de 10 días hábiles” debían ingresar al sitio de la AFIP con su clave fiscal y buscar el apartado de la Secretaría de Agricultura para “completar los datos requeridos y solicitar expresamente el beneficio” en el marco de este programa.
Como la resolución se publicó el 4 de septiembre, los diez días hábiles para cumplir ese trámite vencían este lunes 18. Pero en todo ese lapso la bendita planilla no funcionó. Incluso esta madrugada seguía sin funcionar. Ante las consultas periodísticas, en Agricultura le echaban la culpa al área de Neme, que no terminaba de implementar la difícil logística necesaria para repartir urea entre los productores.
Como sea, las cosas no están listas. La urea es un fertilizante de producción nacional (con la empresa Profertil a la cabeza) y al parecer (no existe información clara) la distribución se hará a través de los centros de servicio de YPF Agro, donde tienen capacidad de almacenarla pero que no siempre quedan cerca. Luego, cada productor tendrá que ver cómo se las ingenia para cargar desde allí las 5 toneladas que le toquen, si es que le tocan.
Ese será el problema que tendrán que resolver cuando finalmente puedan anotarse. Porque hasta ahora no han podido y se han vencido los plazos. Por eso la propia Secretaría de Agricultura emitió este lunes una nueva resolución para -ahora sí- convocar a los productores a formular su pedido.
“Habilítase el período de inscripción al referido Programa de Aporte de Nutrientes 2023, por el plazo de 10 días hábiles que correrán a partir del día siguiente a la publicación de la presente en el Boletín Oficial”, repite la nueva resolución. Ahora habría tiempo entonces para anotarse hasta el próximo lunes 2 de octubre.
Para el trigo, en muchos lotes ese fertilizante llegará muy tarde. Pero no importa, porque llegará antes de las elecciones.
Parece que esta vez todo va a funcionar. La propia Resolución aclara que el 13 de septiembre la Secretaría de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal que maneja Neme y que tiene los recursos, informó que “la cantidad total de fertilizante urea que pondrá a disposición en el marco del Programa para la asignación de los beneficios individuales allí establecidos, siendo la misma de 30.000 toneladas, hallándose entonces dadas las condiciones para habilitar el período de inscripción”.
La triste noticia, ahora que se destrabó la burocracia, sería que la urea disponible adquirida por el gobierno no sería suficiente para atender a todos los productores. El propio Neme, al momento de presentar este anuncio de Massa en conferencia de prensa junto a Bahillo, dijo que se iba a beneficiar a “32.000 productores de trigo y 44.000 productores de maíz”, aunque en muchos casos estos se superponen.
Si fueran 40 mil los potenciales beneficiarios de esta medida, y todos ellos se anotaran, como la disponibilidad de urea es de 30.000 toneladas, sería de solo 750 kilos por cada uno de los chacareros.
Pero si a la mayoría de los productores les correspondieran las 5 toneladas de urea fijadas como tope por productor, el fertilizante gratuito disponible podría alcanzar solo para 6.000 productores, apenas una pequeña porción de lo que había prometido Neme.
Como sea, habría que apurarse e inscribirse. Eso si las planillas de inscripción esta vez sí funcionan.