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En la recta final, el dólar soja dejaría un 20% menos de lo esperado por el Gobierno

Según expertos del sector, de mantenerse el actual ritmo de ventas de los productores a fin de mes podrían terminar ingresando US$4200 millones.

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A menos de 20 días de que termine la nueva edición del dólar soja -esta vez denominado “agro” porque incluye otros productos con un tipo de cambio a $300- y si la tendencia de liquidación sigue como en los últimos siete días, los especialistas estiman que el total quedaría alrededor de 20% por debajo de las expectativas de los US$5000 millones a US$6000 millones esperados.

El economista del Ieral, de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, realizó una comparativa de las tres ediciones del dólar soja al día 22 de cada uno. En millones de toneladas, el que está en marcha acumula 4,3 millones frente a 5,3 millones del dólar soja 2 y a los 13,3 millones del primero.

Utilizó un “precio implícito” de referencia [siguiendo el mercado de Chicago] que es de US$538 en la edición en marcha, el más bajo de todos ya que fue de US$569 en el segundo programa y de US$571 en el primero. El reporte se completa con las compras netas de divisas por parte del Banco Central -US$4966 millones en el primer dólar soja; US$2192 millones en el segundo y US$188 millones en el actual- y el porcentaje de esos dólares liquidados con los que se quedó el Central: 65,5%; 72,2% y 8,5%, respectivamente.

 “Suponiendo que el ritmo de comercialización se mantenga en el nivel de los últimos siete u ocho días -proyecta Garzón-, el programa cerraría con entre 7,5 millones y 8 millones de toneladas liquidadas. El número estaría por debajo de lo que esperábamos, que eran 10 millones de toneladas”.

Con ese nivel de comercialización, la liquidación rondaría los US$4200 millones hasta el 31 de mayo que se extiende el programa para la soja. La estimación inicial tanto de las cerealeras como del Gobierno era de entre US$5000 millones y US$6000 millones. Es decir, quedaría 20% por debajo. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), hasta ayer este programa había aportado US$2218,7 millones.

La otra diferencia que marca Garzón se relaciona a la acumulación de reservas: “Mientras que en los otros dos el Central se quedaba con una parte, ahora no logra prácticamente comprar”.

Cuenta regresiva

Desde la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA), David Miazzo, ratifica que la tercera edición “claramente” viene más lento de lo que se esperaba. “Se está lejos de los niveles esperados cuando faltan unos 20 días para que termine”, insiste.

El economista indica que, entre los porqué del menor ritmo, se cuenta la menor disponibilidad de volumen. “Estamos frente a una cosecha magra y con bajo rinde -añade-; eventualmente puede mejorar en las dos próximas semanas a medida que avanza la cosecha, pero hay menos volumen”.

El otro factor que señala es que la “mejora” de precios en pesos que vieron los productores “no fue sustancial”. Miazzo enfatiza que “no hubo un incentivo claro a vender” a lo que hay que sumarle que en el medio del programa “se disparó” el dólar paralelo. “A más brecha y más expectativa de devaluación, la falta de incentivos a vender crece”, sintetiza .

Miazzo suma un dato más que tiene que ver con la posibilidad de que haya “una retroalimentación” en el sentido de que al ver que el programa marcha despacio “se genere nueva expectativa” respecto a que el Gobierno “tendrá que dar un adicional”.

“‘No me apuro porque como no hay oferta, tarde o temprano me van a tener que mejorar la propuesta, sea la industria que necesita o el gobierno, ese puede ser el razonamiento -describe Miazzo-. No digo que eso vaya a suceder en lo inmediato pero sí tal vez más adelante”.

Fuente: Diario La Nación 

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