El Campo

En 2023 faltarán naranjas y están en riesgo los duraznos

Por la falta de lluvias, en el sector citrícola estiman una pérdida de entre el 50% y el 80% en la producción de naranjas para el próximo año en Corrientes, una de las provincias productoras.

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Los datos surgen de un estudio de la Comisión de Entidades Productivas (CEP). También hay una situación difícil en la zona de San Pedro, Buenos Aires. En tanto, otras fuentes son más cautelosas a la hora de dimensionar las pérdidas.

En Corrientes, fue de escasa a casi nula la floración para la campaña de verano 2022/23. Solo los establecimientos con sistemas de riego pudieron mantener una planta razonablemente fuerte, pero también con bajas considerables en el rendimiento productivo.

La situación se repite en algunos establecimientos de la provincia de Buenos Aires, donde también hay productores afectados por las inclemencias de la sequía. Rubén Artigas es un productor frutihortícola de la zona de San Pedro, donde produce 80 hectáreas. La próxima temporada, indicó, verá afectada su producción.

 “Nosotros producimos normalmente alrededor de 1,8 millones de kilos de naranjas navel, de las cuales se destina a la exportación entre un 70% u 80% de la producción. Este año, en los lotes donde no tenemos riego, porque es una zona donde es histórica la falta de agua, prácticamente sacaremos entre un 10% y un 15% de la producción. Los lotes donde tenemos riego están bien, pero en nuestra extensión tenemos un 30% de la producción”, contó a LA NACION el productor.

Lo mismo ocurre con los duraznos, producto de una primavera muy seca en esa zona. “[En duraznos] estaremos en un 40% de la producción. Si bien tiene un buen precio en el mercado interno, tenemos una situación complicada también, porque si no hay agua esto afecta a la producción”, narró. En el establecimiento, dijo, producen alrededor de 1,2 millones de kilos en temporada normal, pero este año se verá también “muy afectada la producción por el tema de las heladas”.

La CEP había alertado semanas atrás en su relevamiento que la situación límite en la estructura de las plantas, dada la poca absorción de humedad por raíces, con mucho deterioro y mala nutrición van a afectar en el volumen productivo en Corrientes. Según afirmaron, esta vez será más grave que la del año pasado, ya que la falta de precipitaciones favorece a las plagas, y esto obliga a realizar mayores pulverizaciones y eleva los costos de la producción.

“La fruta va a ser muy tocada, la naranja, se ha caído mucho la floración. No ha sido buena, por las condiciones climáticas. El año que viene va a ser de muy poca [producción] o no va a haber nada”, destacó Raúl Víctores, dirigente de la Sociedad Rural de San Pedro, quien además, sostuvo que la situación “es calamitosa” en todos los cultivos de la región como maíz, trigo y las frutas.

 “El próximo año lo vamos a vivir muy complicado y el verano va a ser muy delicado”, expresó el dirigente rural, y avisó que “lo que se está viendo raya la catástrofe” que ven “productores que han perdido la producción”.

Para llevar un poco de tranquilidad, José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus), manifestó que es muy temprano para hablar puntualmente de las pérdidas totales en la producción. “Esto se mide bien en marzo; ha habido caída en las estimaciones en el NOA y el NEA producto del clima. Esto es previsible, pero también es previsible que haya una caída en el limón, aunque no tenemos datos puntuales”, adelantó.

Consultado sobre si el volumen estaría en torno al 50% u 80%, indicó que no lo veía posible. “Son cifras muy abultadas. No creo que sea en esa magnitud, porque no es el momento del año para dar estimaciones concretas. Hay una nueva floración y las estimaciones no se hacen antes, pero es previsible una caída en la producción de todo el país”, amplió.

El directivo advirtió que si bien es temprano para adelantar datos certeros, ya que la Federación tiene asociados en todo el país con los que hablan frecuentemente por este panorama, la caída podría acercarse al 20%, y que eso representaría una merma “muy importante” para el sector. Carbonell contó también que en la zona del Alto Valle están con problemas hídricos, algo que afectaría la uva.

Fuente: Diario La Nación

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