Es importante saber elegir a un buen profesor para que todo sea más sencillo. Para optar por buen profesor de inglés se debe tener dos características imprescindibles: vocación y capacidad de entretener. La vocación se necesita para dominar la técnica e intentar mejorar cada día, y la capacidad de entretener es necesaria para transmitir conocimientos con fluidez.
Debemos destacar que un buen profesor te ayuda, te motiva, te enseña, te corrige, te presiona, te anima. Pero lo que no puede es hacer el trabajo por ti, por ello se debe tomar la iniciativa y disposición en aprender. Lo primordial es saber en qué nivel de inglés nos encontramos actualmente para ayudar al profesor a adecuarse más a nuestras necesidades y poder preparar el material preciso en cada clase, lo mejor sería realizar una prueba escrita en la primera clase para dejarlo más claro.
Serán de gran ayuda la profesora de inglés, ya que estos pueden centrarse en tu proceso de aprendizaje, tus errores y tus malas costumbres al escribir, no obstante si lo que buscas es conversación y fluidez, intenta incorporarte con un grupo de entre 3 ó 4 personas para recibir clases.
Recomendaciones que puedes seguir para elegir a un buen profesor de inglés:
A la hora de elegir un profesor de inglés debes tomar en cuenta su pronunciación. La pronunciación es clave a la hora de aprender un nuevo idioma.
El alumno siempre aprende equivocándose y modificando, por tanto, la buena labor del profesor de inglés se debe notar en este proceso. En concreto, elegir a un buen profesor de inglés conlleva a que este corrija todo tipo de errores, no sólo los de sintaxis, sino también los de pronunciación y mal uso de vocabulario y expresiones.
Es importante que la clase no se vuelva tediosa. Para entretener a los alumnos se puede hablar de la vida cotidiana, vinculando los ejercicios y el vocabulario a temas que sean del interés para el alumno, haciendo juegos, incluyendo actividades que obliguen al alumno a participar en clase, tales como cantar canciones en Inglés, hablar de noticias, de trabajo, de proyectos, de las vacaciones y cualquier tema de cultura general.
El profesor deberá mostrar interés, preguntando a los alumnos cómo se sienten realizando un determinado tipo de ejercicio o actividad, y sobre si progresan o no. Este tipo de conversaciones da al educador una indicación muy precisa de si lo está haciendo bien o no.
Debe ser paciente. Debe poder explicar las dudas una y otra vez. Debe comprender que en la gran mayoría de las ocasiones, si un alumno se equivoca es porque a su cerebro le cuesta asimilar la nueva información. Es parte del proceso natural de aprendizaje y no cabezonería.
Un profesor capaz de integrar estas cualidades, entra al grupo de la excelencia académica en el proceso enseñanza – aprendizaje; es un profesor capaz de asumir el reto de formar a otro individuo con las herramientas de aprendizaje necesarias para alcanzar el éxito.