El próximo gobierno tendrá un 70% más de dólares con el trigo y la cebada

Según un informe de RIA Consultores, ambos cereales generarán en 2024 exportaciones por US$3628 millones, 1500 millones más que en el actual ciclo agrícola

El gobierno que asuma el 10 de diciembre próximo podrá contar con US$1500 millones más, o una mejora del 70%, para 2024 con la exportación de trigo y cebada, versus el actual ciclo, según un informe realizado por RIA Consultores, de Javier Preciado Patiño, exsubsecretario de Mercados Agropecuarios.

Según el relevamiento, entre ambos cereales llegarán en 2024 un total de US$3628 millones. Esto se compondrá de 2704 millones de dólares con el trigo. En tanto, hay que sumar US$924 millones con la cebada. Para comparar, el actual ciclo cerraría con ventas al exterior entre ambos productos por 2100 millones de dólares.

La campaña 2022/23 de trigo sufrió un derrumbe de más del 50% a causa de la sequía. La producción de la actual campaña, que traerá las divisas para 2024, será mayor, aunque en superficie se sembró menos. RIA estimó que habrá algo más de 10 millones de toneladas para colocar en el exterior. Llegó a ese número considerando un saldo exportable de 8,5 millones de toneladas y un remanente de dos millones de toneladas. En trigo la consultora prevé una cosecha de 15,5/16 millones de toneladas tras una mejora en la condición del cultivo luego de las últimas precipitaciones.

 “La disponibilidad de trigo exportable podría rondar las 10 millones de toneladas para el ciclo 2023/24, mientras se abastecería con total normalidad al mercado interno con un volumen de 7,5 millones de toneladas”, apuntó.

RIA señaló que este volumen a precios de exportación representarán US$3040 millones que, no obstante, al considerarse que del ciclo 2022/23 quedaron sin usar Declaraciones Juradas de Venta al Exterior [DJVE] por casi 6 millones de toneladas -el Gobierno prorrogó embarques ante la sequía y esa mercadería ya pagó retenciones-, la cifra final del ingreso con el cereal quedará en US$2704 millones.

Producción

“La producción nacional tendría un escenario de exportación de 8 millones de toneladas de libre disponibilidad a los que se sumarán otras 2 millones de toneladas disponibles para la exportación de esta campaña 2022/23 que al no embarcarse pasarán a la próxima campaña comercial que formalmente comienza en diciembre”, indicó.

La consultora luego se refirió a la producción que dará sustento a las exportaciones, analizando diversas proyecciones y trazando un cálculo propio. “Las distintas estimaciones privadas para la producción de trigo se ubican desde las 14,3 millones de toneladas hasta las 16,2 millones de toneladas, con una diferencia de 1,9 millones de toneladas”, dijo. Añadió: “No obstante, si se toma en cuenta la mejora en la disponibilidad de agua, un clima relativamente fresco en la última fase del cultivo y acotados daños por heladas, nos permite dilucidar que el volumen se encontrará mucho más cercano a las 15,5 a 16 millones de toneladas que al piso estimado por algunos datos privados”.

Respecto de la cebada, el otro cultivo que aportará dólares al nuevo gobierno, la consultora expresó que se estima una cosecha de 5 millones de toneladas, 700.000 más que en la campaña anterior, según los relevamientos privados.

“En función de la matriz de consumo, este volumen permitiría exportar 2,4 millones de toneladas de cebada forrajera y 1,2 millones de toneladas de cervecera, que a los valores FOB oficiales vigentes de 235 y 300 US$/t respectivamente, sumaría unos US$924 millones de dólares”, evaluó.

En este marco, entre trigo y cebada podrían llegar US$3628 millones. “De esta manera comenzaría a dejarse atrás la dolorosa sequía 2022/23 que recortó en un tercio la producción granaria argentina y comenzaría a normalizarse el flujo de divisas por las exportaciones agrícolas”, remarcó la consultora de Preciado Patiño.

Sin duda, un tema no menor es cómo se irá dando el ingreso de esos fondos y sobre eso la firma hizo el siguiente análisis: “En cuanto al flujo del ingreso de esas divisas, dependerá esencialmente de las condiciones del mercado internacional, del perfil de los países compradores y de las condiciones de estabilización macroeconómica internas que permitan el flujo de los negocios”.

Fuente: Diario La Nación