Vaticano. En la ceremonia, junto a Francisco, estuvo el papa emérito Benedicto XVI. El «Jubileo de la Misericordia» se prolongará hasta el 20 de noviembre de 2016 y ofrece a los creyentes un perdón general por sus pecados.
El papa Francisco inauguró hoy un Año Santo extraordinario de la Iglesia católica al abrir la Puerta Santa de la Básilica de San Pedro, que estuvo cerrada durante casi 15 años.
En la ceremonia en el portal norte de la basílica, un ritual que tiene 500 años de antigüedad, participó también el antecesor de Francisco, el Papa emérito Benedicto XVI. El Año Santo, llamado en esta ocasión «Jubileo de la Misericordia», se prolongará hasta el 20 de noviembre de 2016 y ofrece a los creyentes un perdón general por sus pecados.
Antes de abrir la Puerta Santa, el papa había oficiado junto con varios cardenales una misa a la que asistieron unas 50.000 personas en medio de una llovizna y fuertes medidas de seguridad.
«¿Es esta la puerta del Señor?», preguntó el jefe de la Iglesia católica al dirigirse al portal de bronce. «Abra para mí las puertas de la justicia», agregó. En su homilía, el pontífice ensalzó el Año Santo llamándolo un «regalo de gracia».
«Cruzar la Puerta Santa significa redescubrir la misericordia infinita del Padre que da la bienvenida a todos y que sale personalmente al encuentro con cada uno de ellos», afirmó Jorge Mario Bergoglio, de 78 años. Agregó que es un error pensar en Dios como alguien que castiga en vez de alguien que perdona los pecados.
«Debemos poner la misericordia por encima del juicio», dijo Francisco. «La historia del pecado solo puede entenderse a la luz del amor y la misericordia de Dios. Si el pecado fuese lo único que importa, nosotros seríamos las criaturas más desesperadas».
Se prevé que millones de peregrinos de todo el mundo visiten Roma durante el jubileo. El nivel de alerta en la capital italiana ha sido elevado ante amenazas terroristas, por lo que las medidas de seguridad se han reforzado considerablemente.
Se movilizaron en los alrededores de la Plaza San Pedro 2.500 militares, 1000 policías y 900 voluntarios que se suman a los detectores de metales, el espacio aéreo cerrado y a las 250 cámaras de vigilancia que monitorearon la ceremonia de la que también participaron el presidente de Italia Sergio Mattarella y el primer ministro Matteo Renzi.
«Abandonemos toda forma de miedo y temor», pidió el Papa ante miles de fieles movilizados por el pasillo armado especialmente desde el Castel Sant’ Angelo a través de la Via della Conciliazione, y aseguró: «Cruzar hoy la Puerta Santa nos compromete a hacer nuestra la misericordia del Buen Samaritano».
Durante el Año Santo, los peregrinos que deseen tanto atravesar la Puerta Santa para obtener la indulgencia como hacer el recorrido a través de la avenida que desemboca en la Plaza San Pedro deberán registrarse en el sitio oficial www.im.va, que también servirá de apoyo para informaciones en lo que el promotor del Jubileo Rino Fisichella describió como «el primero en la era de internet y las redes sociales».
A partir del próximo domingo también podrán abrir sus Puertas Santas todas las catedrales en el mundo. El papa quiere que el «Jubileo de la Misericordia» se pueda celebrar en todo el mundo. Durante su reciente visita a la República Centroafricana, Francisco ya había abierto una Puerta Santa, la de la catedral de Bangui.
Fuente: Clarin