Navegamos en internet y utilizamos dispositivos como si la interacción digital fuese una extensión de nuestro brazo, pero detrás de la gran cortina de usabilidad se esconden grandes conspiraciones y problemas de seguridad que ponen en jaque nuestra información personal.
Para acceder a la información de un tercero, no hace falta ser un experto en seguridad informática ni tampoco un súper Hacker. A veces, lamentablemente, solo basta con hacer un simple clic en un botón de aceptar, comprar un determinado dispositivo o confiar ciegamente en una empresa que ni siquiera se encuentra físicamente en nuestro país.
En este artículo repasamos las diversas estrategias de muchas empresas para quedarse con nuestra preciada información, la cual, aunque no lo sepan, es oro puro.
¿Nos Espían en la Web?
Julian Assange, fundador y cara visible del polémico sitio Wikileaks, que cobró mucha popularidad por la difusión de cables que revelaban secretos de estado de muchos países, asegura que “Facebook es la máquina espía más atroz jamás inventada”. Assange, entrevistado por Russia Today, piensa además en Facebook como “una de las herramientas principales de la inteligencia estadounidense para saber qué hacen los ciudadanos”. Más allá de estas sugerencias que dan que pensar, lo cierto es que Facebook se está convirtiendo de a poco en la base de datos más grande del mundo sobre personas. Lo peor de todo, es que nadie nos presiona por “pertenecer”, nosotros mismos brindamos nuestros datos añadiendo nuestros gustos, afinidades, deportes y actividades preferidas y hasta subimos fotografías confiando ciegamente en la propuesta difusora de las redes sociales.
La estrategia de mercado de los servicios Web es tan simple como antológica. Tanto Facebook como Google y Yahoo! basan su modelo de negocios en la publicidad, la cual es brindada acorde nuestro perfil. De esta manera, sugerentemente, nos aparecerán avisos que se adaptan a nuestros gustos y actividades. El gran problema es que Google también lo hace con muchos de los temas que escribimos desde Gmail (el servicio de E-mail de la empresa), por lo que el acceso a nuestra cuenta y datos de nuestro correo electrónico tampoco es tan privado como nos gustaría.
Almacenamiento Online ¿El Mal de Nuestros Tiempos?
Más allá de navegar por la web, utilizar los diferentes servicios de redes sociales y cuentas de e-mail, el nuevo planteo de la nueve en estos tiempos es “considerar a internet como el lugar para almacenar todos nuestros archivos personales”. No hay que ser un gurú ni un iluminado para suponer los enormes beneficios que trae consigo el utilizar a la Web como un enorme disco rígido. Sitios especializados en almacenamiento online como Dropbox, Google Drive y OneDrive de Microsoft tientan a los usuarios con la excelente posibilidad de que su información esté disponible todo el tiempo para ellos. Al utilizar dichos servicios y con solo la conexión a internet como soporte, podremos acceder a nuestros archivos desde una portátil, Tablet, PC o desde el mismísimo Smartphone.
Algunos servicios como Dropbox dan un paso más y hasta nos ofrecen salvaguardar nuestra colección fotográfica con solo habilitar su uso desde nuestro móvil. De esta manera al tomar una fotografía con el celular, las fotos se almacenan en el disco online y se sincroniza con los demás dispositivos de la casa.
Es innegable la practicidad que conlleva utilizar dichos servicios pero también, a medida que delegamos la tarea de almacenamiento, a la vez perdemos el control que ejerceríamos sobre la misma si estuviera guardada en forma local en nuestra PC.
Fue a principios de año cuando Dropbox mostró la hilacha. El famoso sistema de almacenamiento online tuvo que disculparse con sus usuarios debido a que, según palabras de la empresa, tuvieron “un fallo en el proceso rutinario de actualización de sus servidores”. Este inconveniente trajo consigo la inaccesibilidad en forma parcial de la información de sus clientes durante 48 horas, algo bastante traumático si los datos comprometidos se utilizan para algo más que un simple hobbie.
Los problemas en Dropbox y los diferentes servicios de discos online no terminan ahí. Es evidente que por más que las empresas nos ofrezcan X (20, por ejemplo) cantidad de gigas de almacenamiento, no quiere decir que, si no lo utilizamos, el espacio está allí a nuestra completa disposición y a la espera de ser utilizado. El espacio de almacenamiento se aprovecha y está en constante expansión a medida que lo requerimos. Algunos amigos y conocidos han tenido problemas al encontrarse con fotografías de otros usuarios en sus cuentas de Dropbox. Este problema parece ser bastante habitual, lo cual indica que, si yo tengo fotografías de otros, otros podrían tener acceso a mis archivos desde sus cuentas.
Para pensar en una estrategia ideal no hace falta ser un informático con años de experiencia, sino pensar lógicamente en la situación. Si nuestra información es sensiblemente importante, lo ideal sería pensar en almacenarla de manera local para tener el control de la situación. El gran problema es que, si la guardamos en un disco local, perdemos la gran oferta de los discos virtuales: la info no estará disponible en la nube. Para solucionar este inconveniente se puede pensar en la adquisición de un disco rígido NAS, que es algo así como un disco duro conectado a internet, poniendo a nuestra disposición nuestros archivos sin importar donde estemos. Está claro que no se trata de un dispositivo económico; en el país se consigue el Iomega Home Media Cloud de 1 TB a poco más de $2000, pero si nuestra información es importante se trata de una inversión que traerá sus dividendos a corto plazo.
Seguimiento Móvil
Lamentablemente, los problemas de falta de privacidad no terminan con despegarnos de la Web, a veces los llevamos en nuestros bolsillos a todas partes.
Si son los felices poseedores de un iPhone o de algún celular Android (sistema operativo móvil de Google), quizás puedan estar en problemas. Estos populares celulares estarían registrando en silencio cada paso (geográficamente hablando) que damos, realizando un completo seguimiento geolocalizado de su usuario. Dicha noticia encendió la alarma cuando se descubrió que tanto el iPhone como la nueva iPad almacenan los datos de la ubicación de sus usuarios, la cual luego se usarían para campañas de marketing. Tanto el famoso celular de Apple como los Androides enviarían rápidamente esa información a las empresas desarrolladoras para luego almacenarla y utilizarla como lo crean conveniente o por qué no, venderla al mejor postor.
Histeria Nueva, Problema Viejo
Pero, aunque así lo creamos, todo esto no es nuevo, el problema es que muchas veces ni siquiera escuchamos las advertencias. Richard Stallman, defensor del Software y la cultura libre, hace muchos años que trata de alertar a la población mundial sobre las empresas tecnológicas que nos espían a través de sus productos.
Stallman afirma que muchos investigadores de la Free Software Foundation (organización que preside), han descubierto que hasta el mismo sistema operativo Windows invade nuestra privacidad de varias maneras. Según Stallman, el sistema de Microsoft está en comunicación directa con la empresa todo el tiempo, transmitiendo datos directamente desde nuestra PC. ¿Qué envía?: nuestra lista de programas instalados, colección multimedia y algunas cosas más que aun quedarían por descubrir.
Lo interesante del planteo de la privacidad es poder darnos cuenta de una vez que nada es gratis en este mundo y a veces el costo que pagamos por utilizar un servicio es, literalmente, un arma de doble filo.
El Preciado Anonimato
Para solucionar muchos de los problemas de espionaje lo mejor es pasar desapercibido cuando navegamos en internet. Es importante saber que, al conectar la computadora a internet, esta recibe una dirección de IP que sería algo así como el documento de la PC en la red de redes. Si nos paseamos con dicho documento regando y luciendo nuestra dirección de IP es claro que dar con nosotros será de lo más sencillo.
Una alternativa interesante es utilizar el programa Tor en conjunto con Privoxy para acceder a páginas web de forma anónima y segura. Privoxy es un proxy HTTP diseñado para proteger la privacidad en la navegación Internet. La interfaz de Tor es un proxy SOCKS (usualmente en el puerto 9050).
La aplicación Tor puede ser descargada tanto para Windows, MAC y Linux. Pueden visitar este manual oficial para comenzar con el pie derecho en la utilización de programa y hacer de esta manera nuestra navegación diaria algo más segura.