De esta manera, dos nuevos rubros de la agroindustria nacional se suman al impulso que la Casa Rosada busca imprimir a las exportaciones de este sector.
En el caso de la carne bovina, la medida apunta a los cortes envasados, tanto enfriados como congelados, que pasarán del actual 9% al 5%, de acuerdo a un informe de BAE Negocios.
El Gobierno también evalúa la posibilidad de una reducción en este impuesto para los lácteos, que en la actualidad es del 9%
“Puede haber novedades esta semana, pero no en el Boletín Oficial”, adelantaron.
En esta semana se llevarían a cabo reuniones entre representantes de las cadenas cárnicas y lácteas con funcionarios nacionales, para despejar las incógnitas y avanzar en esta dirección.
En el caso de los cortes vacunos, el efecto de esta rebaja se extenderá a un amplio porcentaje de las exportaciones argentinas, porque gran parte de las ventas a China, que representan más del 70% de las ventas totales, se despachan envasadas.
En la previa de los anuncios de la semana pasada, este sector daba por descontado un recorte en este impuesto, pero al menos por ahora, las medidas solo se extendieron para el complejo sojero.
Las exportaciones de la oleaginosa tendrán una rebaja temporal con un diferencial de 3 puntos entre el poroto sin procesar y sus subproductos. Por el lado de los lácteos, en la actualidad la leche en polvo paga un 9% de retenciones, mientras el queso tributa un 5%.
El reclamo de la industria frigorífica por la baja en las retenciones es de larga data, y de la mano del recientemente creado Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), desde este sector confiaban en lograr este objetivo. La estrategia de estas plantas procesadores pasa por solicitar una rebaja en los cortes con mayor valor agregado, como el caso de la Cuota Hilton, el cupo de 29.500 toneladas destinado al mercado europeo.
A principios de año, representantes de este sector mantuvieron un encuentro con autoridades nacionales, para solicitar una segmentación de retenciones. En ese momento, empezaron a sentir los efectos de un parate gradual en los envíos a ese destino, que empezaba a sufrir los primeros coletazos de la pandemia de coronavirus. Esta situación se profundizó con el correr de los meses, tanto en el mercado asiático como el europeo, con un cupo Hilton que perforó el piso de los USD9.000 por tonelada, con un lento repunte en las últimas semanas.
En 2019, las exportaciones de carne bovina argentinas, de la mano de un mercado asiático que mantuvo una fuerte demanda, cerraron en 880.000 toneladas, que generaron un ingreso de divisas de USD3.100 millones, de acuerdo a estimaciones públicas y privadas.
Por el lado de los lácteos, las ventas al exterior cerraron el año pasado en 301.253 toneladas, por un valor de 912,2 millones de dólares,, de acuerdo al Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), perteneciente al Ministerio de Agricultura.
Fuente: Noticias AgroPecuarias