El Tribunal Electoral provincial desestimó hoy las presentaciones de los apoderados de Unión PRO y del Frente Justicialista para la Victoria, que pedían contar todos los votos.
SANTA FE.- El Tribunal Electoral provincial desestimó esta tarde las presentaciones de los apoderados de Unión PRO y del Frente Justicialista para la Victoria para que se abran todas las urnas de los comicios del pasado domingo, cuyo escrutinio provisorio ubica a Miguel Lifschitz, candidato del Frente Progresista Cívico y Social (FCyS), como el candidato más votado, aún cuando faltan escrutar más de 300 mesas.
En consecuencia, sólo se abrirán las urnas en las que no haya coincidencias con las actas elaboradas durante el escrutinio provisorio.
El recuento definitivo se iniciará mañana a las 8 en la sede del Tribunal Electoral, con la presencia de apoderados y fiscales de los partidos, frentes o alianzas que presentaron candidatos.
La elección, cuyo escrutinio definitivo finalizará en una semana aproximadamente, definirá los cargos a gobernador y vice, 50 diputados y 19 senadores, intendentes, concejales y presidentes comunales.
Si se confirma el triunfo de la fórmula oficialista Miguel Lifschitz-Carlos Fascendini, significará la continuidad del Frente Progresista en el gobierno de esta provincia, al que accedió tras ganar las elecciones de 2003, cuando Hermes Binner se impuso a la fórmula kirchnerista integrada por Rafael Bielsa y el empresario capitalino Carlos Galán. Cuatro años después, Antonio Bonfatti superó a Miguel Del Sel. El hombre de PRO ganó, dos años después, la elección legislativa y se convirtió en diputado nacional. Renunció a su banca este año, para dedicarse a la campaña electoral.
Entre ayer y hoy los apoderados de ambos partidos denunciaron serias irregularidades detectadas en la confección de los telegramas con datos de cada mesa, cuando aún faltan escrutar 304 mesas del escrutinio provisorio, que cerró el lunes a las 5.21.
PEDÍAN CONTAR VOTO A VOTO
El apoderado de PRO, Lucas Incicco, alertó en su escrito ante el Tribunal sobre el «estado social y político grave de desconfianza pública» que ha generado el escrutinio provisorio, a partir de la gran
paridad entre los tres primeros candidatos, y en función de una serie de «irregularidades» que el propio partido señala en el escrito.
En ese sentido, se menciona una mesa en la localidad de Chanear Ladeado, donde el PRO había obtenido «73 votos» para la categoría gobernador según el telegrama confeccionado por la autoridad de mesa, mientras que
en la web del escrutinio, Miguel del Sel aparece con cero voto.
Más adelante, el escrito puntualizó tres casos en los que se invirtieron los resultados: en Casilda se cargaron 104 votos a Lifshitz y 84 a Del Sel, cuando el telegrama indicaba exactamente lo contrario. Lo mismo
pasó en Amstrong con 128 votos para el PRO y 82 para el Frente, que también se cargaron de manera invertida. En Santa Teresa se invirtieron los datos entre el PRO y el PJ; le cargaron a Perotti 147 votos que eran de Del Sel, y a PRO le computaron sólo 22 que eran para el PJ.
El escrito del PJ advirtió que para «garantizar la transparencia de los cómputos definitivos» es «necesario disponer la apertura de la totalidad de las 7628 mesas y proceder al recuento de todos los sufragios emitidos, en los términos del Artículo 118 del Código Electoral de la Nación». El partido reclamó la apertura de las urnas «como único recurso para asegurar la protección de la voluntad popular y de los principios democráticos y republicanos, plasmados en nuestra Constitución Argentina».
Para fundamentar la petición, los apoderados -Esteban Borgonovo y Martín Palacios- citaron que en el escrutinio provisorio no se ha sumado la totalidad de las mesas -sólo el 95,4%-, y que de ese total escrutado hay
«sólo un punto y medio» de diferencia entre los tres primeros candidatos a gobernador (Miguel Lifschitz, Miguel del Sel y Omar Perotti). Advirtieron que restan contabilizar un número aproximado de «92 mil votos», y hablan de «evidentes inconsistencias» entre la documentación electoral y la información suministrada por la web oficial del escrutinio.
Esta tarde, el jefe de campaña del Frente Progresista, Eduardo Di Pollina, se presentó ante el Tribunal solicitando que se cumpla con el Código Electoral porque «no hubo ninguna denuncia durante el acto electoral».
Por José E. Bordón | Para LA NACION