El dato fue anticipado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en un informe de precampaña difundido hoy. “Según los datos recopilados, se evidencia un incremento en la superficie producto de diversos factores, principalmente, una mayor disponibilidad de superficie debido a una merma en la intención de siembra de maíz, sumado a un aumento en la superficie triguera que aumentaría la superficie de soja de segunda”, indicó.
Según el reporte, el recorte en el área de maíz para grano comercial, que disminuiría en 1,3 millones de hectáreas debido a la plaga de la chicharrita que afectó al cereal en la última campaña, beneficiaría en gran parte a la soja.
“Tomando como eje la baja en la intención de siembra de maíz, como consecuencia del complejo de enfermedades que transmite el insecto vector Dalbulus sp., se espera que la superficie liberada por este cultivo sea reemplazada principalmente por la oleaginosa”, dijo.
Explicó: “Sobre la región norte, principalmente NOA, NEA, centro-norte de Córdoba y Santa Fe, principales zonas afectadas por el insecto vector, es donde se ha visto una marcada tendencia a favor de la oleaginosa; esto se manifiesta en un incremento en la intención de siembra para soja de primera. Asimismo, si bien los márgenes no son favorables para los cultivos de verano, dado que el cultivo de maíz requiere una alta inversión inicial, el menor requerimiento de inversión para la oleaginosa contribuye a una expansión de la superficie de soja de primera en ambos núcleos y el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires”.
Evolución de la superficie sembrada con soja
Más allá de la previsión de la expansión del área, la Bolsa de Cereales porteña explicó que el crecimiento proyectado está sujeto a “la disponibilidad de humedad superficial durante la ventana de siembra, con un pronóstico inicial de precipitaciones moderadas”. Respecto de este punto, el organismo indicó: “Los perfiles sobre la mayor parte de Buenos Aires se encuentran bajo una adecuada condición de humedad en profundidad, situación semejante a la previa campaña. No obstante, sobre zonas primicia tales como el sur de Córdoba y el sudoeste de Santa Fe se necesitan precipitaciones para recomponer la humedad en el perfil durante el mes de septiembre”.
Además de este factor, la entidad habló de “un complejo escenario económico con una relación insumo/producto que desmejora respecto al ciclo previo y márgenes ajustados”.
Precios
De acuerdo al reporte de la organización, en el mercado local el precio de la soja en el Matba-Rofex para la posición mayo-2025 se sitúa en US$284 por tonelada, una caída del 15% en comparación con el año pasado para la posición de cosecha y un 4% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
“Respecto a la posición disponible, desde agosto, el precio a cosecha se ubicó entre 21 y 30 dólares por debajo, en parte explicado por las expectativas de una mayor oferta proyectada para la cosecha de mayo 2025″, indicó. Vale recordar que a nivel de la Bolsa de Chicago hubo presiones bajistas por mayores cosechas en Estados Unidos y una proyección similar para Brasil.
“En Estados Unidos, donde se produce el 30% de la soja mundial, se espera una cosecha récord de 124,8 millones de toneladas para la campaña 2024/25, superando tanto las proyecciones iniciales como la producción de la campaña anterior, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). En Sudamérica, Argentina, Paraguay y Brasil, que juntos representan el 54% de la oferta global, proyectan una producción récord de 231,2 millones de toneladas, impulsada principalmente por Brasil. Este crecimiento en la oferta global, junto con una demanda que crece a menor ritmo, aumentaría la relación stock-consumo del 29% al 33%, el nivel más alto desde 1990/91″, detalló.
“La relación entre el precio de la soja y el combustible ha sufrido un deterioro significativo del 46%, lo que implica que ahora se necesita un 46% más de soja para adquirir la misma cantidad de combustible»
En otro orden, la entidad se refirió a las relaciones insumo/producto que miran los productores para tomar decisiones sobre siembra. Dijo: “La relación entre el precio de la soja y el combustible ha sufrido un deterioro significativo del 46%, lo que implica que ahora se necesita un 46% más de soja para adquirir la misma cantidad de combustible. En cuanto a los fertilizantes, la relación también se ha deteriorado, aunque en menor medida, con una desmejora del 18% en comparación con el ciclo anterior”. En herbicidas, en tanto, hay una mejor relación: “Los herbicidas aplicados en la oleaginosa han disminuido un 20% en comparación con el ciclo anterior y están un 29% por debajo del promedio histórico”.
Fuente: Diario La Nación