El Campo

El campo dijo que el dólar agro es un “nuevo parche” y los exportadores calcularon que ingresarán US$5000 millones

Según la Mesa de Enlace, se trata de una medida con un carácter “meramente recaudatorio” para el Banco Central. El campo reaccionó con críticas a la implementación del dólar agro anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa. Regirá con un tipo de cambio a $300 entre el 10 del actual y el 31 de mayo próximo para la soja y del 10 de este mes hasta el 31 de agosto para las economías regionales.

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En el sector dijeron que no fueron consultados, que es una medida “recaudatoria” y que tendrá un impacto en la suba de costos en otras actividades, como los tambos. En el agro piden un tipo de cambio unificado. En tanto, los exportadores de granos calcularon que llegarían unos US$5000 millones con la soja.

En un comunicado, la Mesa de Enlace, que integran la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Federación Agraria (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), señaló que el tipo de cambio debe ser “único y libre”. La agrupación fustigó: “No sirven medidas transitorias que incluyen a algunos y no a todos. Así, al feroz impacto de las inclemencias climáticas se suma el padecimiento de otra sequía; la sequía de ideas del Gobierno. El dólar agro y el dólar soja significan un nuevo parche en la economía. Cuando ven que las exportaciones y su aporte a las reservas nacionales no alcanzan el nivel esperado, el gobierno decide implementar un dólar en septiembre y otro en diciembre del año pasado. Y ahora el mismo parche pero en versión 3. Todo para adelantar liquidaciones de soja, con el objetivo meramente recaudatorio de engrosar a las raquíticas reservas del Banco Central”.

Según la dirigencia de la Mesa de Enlace, “las distorsiones generadas intracadena fueron y son relevantes”. Remarcó: “Ya advertimos que se afectaron mercados a término, contratos de arrendamiento, costos de alimentación de feedlots, avícolas y porcinos, como así también los costos de la cadena láctea, con cierres de tambos, entre otras economías regionales afectadas. La falta de previsibilidad y la improvisación son moneda corriente, y los productores y consumidores estamos pagando caro estos desaciertos”.

“No fuimos consultados sobre estos anuncios y no participamos de ninguna mesa de trabajo, pero siempre decimos lo mismo: lo sano para nuestra economía es tener un tipo de cambio unificado y perdurable en el tiempo para que le devuelva competitividad al sector”, dijo Nicolás Pino, presidente de la SRA.
“Si este anuncio va en esa línea, será positivo, pero no tenemos los detalles de las producciones que serán incorporadas. Por otro lado, estamos convencidos de que la medida se convierte en efectiva cuando llega a los productores, por eso la implementación y el impacto en el mercado es muy importante”, señaló.

“El dólar soja es una medida recaudatoria y los efectos negativos de esta política ya se vieron el año pasado, unos pocos que venden a un tipo de cambio diferencial y unos muchos que compran más caro. Un claro ejemplo son los tamberos y feedloteros que les encarecen el insumo más importante que es la alimentación de los animales”, señaló Pino.

Elbio Laucirica,
 presidente de Coninagro, opinó: “Con respecto al dólar soja, es más de lo mismo. Ya sabemos los resultados de éste tipo de medidas parciales que pueden beneficiar a algunos, pero perjudican a mucho otros.”

Carlos Achetoni, 
presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), se mostró molesto por el anuncio del dólar agro mientras, en su opinión, no se avanza en medidas de fondo para ayudar a los productores afectados por la sequía. “Es un contrasentido”, remarcó. Agregó: “No se ve la posibilidad de ayudar a los productores en emergencia y se siguen destinando miles de millones de pesos a un dólar agro”.

“El I y el II [por el dólar soja de septiembre y luego el de diciembre último] fue un desequilibrio con las actividades tamberas, ganaderas, las economías regionales, los alquileres”, señaló el dirigente. “El II fue más concentración y este [por la nueva versión] más. Apunta al que tiene soja y va en desmedro del que no tiene soja y está en emergencia”, añadió.

Vale recordar que el próximo martes dirigentes y productores de FAA estarán en el Congreso y el Ministerio de Economía para elevar un petitorio y reclamar un salvataje para los pequeños productores. La entidad busca una eximición de impuestos para la campaña 2023/2024.

El cálculo de los exportadores

En tanto, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), calculó en unos US$5000 millones el posible ingreso de divisas.

“Esta medida es un reconocimiento de la necesidad de tener un tipo de cambio competitivo y único, nos gustaría que se mantenga de manera permanente”, dijo. “Esta campaña está severamente afectada por la sequía, con una producción total estimada que en ningún caso supera los veinticinco millones de toneladas, por lo que los productores y la industria estamos sufriendo consecuencias económicas muy duras. Veremos si este valor le resulta razonable a los productores para tomar decisiones de venta y si como industria podemos lograr ser competitivos para exportar, si ambas condiciones no se dan el resultado estará muy acotado”, añadió.

En este contexto, la cámara señaló que, “si el mercado reacciona favorablemente”, la medida podría implicar “un ingreso de divisas estimado en cinco mil millones de dólares según se analizó internamente”.

Postura de las bodegas

En un comunicado, Bodegas de Argentina señaló que “ha participado activamente en las definiciones del Plan Incremento Exportador para las economías regionales con los equipos del Ministerio de Economía y la Secretaría de Agricultura y Pesca de la Nación”. Agregó: “En este sentido, las medidas generales fueron consideradas como positivas para el sector, frente a la pérdida de competitividad en los mercados internacionales a raíz de los incrementos en los costos de los productos, fundamentalmente de materia prima, como consecuencia de los efectos climáticos frente a un tipo de cambio que genera una pérdida de rentabilidad en los mercados internacionales”.

Patricia Ortiz, presidenta de la cámara, señaló: “Celebramos que nuestras inquietudes hayan sido escuchadas por las autoridades nacionales. Hoy las bodegas están en una situación crítica que esperamos que con estas medidas podamos encaminarnos en el histórico sendero exportador, tan complejo en estos momentos”.

También se pronunció la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Mario González, presidente, calificó de positiva la medida porque “mejora las condiciones que tienen las empresas vitivinícolas para poder exportar y sostener mercados internacionales”.

Fuente: Fernando Bertello – Diario La Nación

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