La actividad física regular disminuye en un 7% la probabilidad de padecer cáncer en general.
La práctica de ejercicio físico, como han constatado multitud de estudios, es beneficiosa para la salud. Y no solo porque la actividad física ayude a combatir la obesidad y sus enfermedades relacionadas –entre otras, la diabetes tipo 2–, sino porque también reduce el riesgo de otras muchas patologías asociadas a una gran morbimortalidad.
Es el caso, entre otras y principalmente, de las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en todo el mundo con cerca de 17,5 millones de decesos solo en el año 2012. Y, asimismo, de numerosos tipos de cáncer. De hecho, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos constata que la práctica habitual de ejercicio físico se asocia con una reducción muy significativa del riesgo de aparición de hasta 13 de los tipos de cáncer más comunes y mortales.
Tal es así que, como destaca Steven C. Moore, director de esta investigación publicada en la revista «JAMA Internal Medicine», «nuestros resultados apoya la promoción de la actividad física como un componente clave de los esfuerzos de prevención y control del cáncer en toda la población».
Menor riesgo de cáncer
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos de 12 ensayos clínicos europeos y estadounidenses llevados a cabo entre los años 1987 y 2004 y en los que se registraron los niveles de actividad física de los más de 1,4 millones de participantes.
Durante los 11 años de seguimiento promedio de estos estudios se diagnosticaron un total de 186.932 casos de cáncer. Y una vez analizados en su conjunto los datos sobre los niveles de actividad física y las tasas de incidencia de los 26 tipos de tumores, los resultados mostraron que los mayores niveles de ejercicio físico se asociaron con una reducción del 7% del riesgo de desarrollar cáncer en general.
Es más, los resultados constataron que, frente a los menores niveles de actividad física, la práctica habitual de ejercicio conllevó una reducción significativa de la probabilidad de aparición de 13 tipos de cáncer. Concretamente, la disminución del riesgo para cada uno de los tumores se estableció en: un 42% en el adenocarcinoma esofágico; un 27% en el cáncer de hígado; un 26% en el de pulmón; un 23% en los tumores renales; un 22% en el cáncer de estómago; un 21% en el de endometrio; un 20% en la leucemia mieloide; un 17% en el mieloma múltiple; un 16% en el cáncer de colon; un 15% en el de cabeza y cuello; un 13% en los tumores en el tracto rectal; un 13% en el cáncer de vejiga; y un 10% en el de mama.
Por el contrario, un mayor nivel de ejercicio físico conllevó un incremento en el riesgo de desarrollo de cáncer de próstata –la incidencia fue un 5% mayor– y de melanoma –hasta un 27% superior, si bien la asociación con la actividad física fue únicamente significativa en aquellas regiones con niveles elevados de radiación ultravioleta, que no en las zonas menos soleadas.
Hay que hacer ejercicio
Y este beneficio del ejercicio físico regular, cuando menos en la mayoría de tipos de tumores, ¿no se vio modificado por la presencia de los factores de riesgo asociados al desarrollo de cáncer, caso fundamentalmente del hábito tabáquico? Pues según los resultados no. Y es que como indican los autores, «la mayoría de las asociaciones se mantuvieron con independencia del índice de masa corporal (IMC) y del historial tabáquico».
En definitiva, como concluye Marilie D. Gammon, de la Escuela de Salud Pública Gillings de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.) en un editorial del mismo número de la revista, «los resultados de este estudio, ciertamente interesantes, subrayan la importancia de la práctica de ejercicio físico en el tiempo libre como estrategia potencial para la reducción de la carga del cáncer. No en vano, demuestra que frente a unos bajos niveles de actividad física, los altos niveles de ejercicio se asocian con una reducción del riesgo de 13 tipos de cáncer, incluidos tres de los cuatro más comunes entre las mujeres y los varones de todo el mundo».
Fuente: abc.es