«Como mínimo vamos a estar dos meses sin trabajar». José Beltramino tiene un hangar con aviones de fumigación agrícola hoy inoperable por la inundación.
Beltramino en el hangar cubierto de agua. Foto: Diego Lima
José Beltramino está al frente con su padre de una empresa familiar que se dedica a la fumigación agrícola en General Villegas. A unos pocos kilómetros de la ciudad tiene una fracción de campo de cinco hectáreas donde posee un hangar con tres aviones y una pista.
Hoy allí todo está inundado, sin posibilidades de operar. Afuera del hangar hay 70 centímetros de agua y adentro 10 centímetros. En el hangar no hay más agua porque está en una parte elevada del terreno y los aviones se encuentran sobre tacos de madera puestos de apuro para evitar que el agua los alcance.
Con el lugar inutilizable por la inundación que afecta a esta zona del noroeste bonaerense, Beltramino tuvo que suspender trabajos que tenía previstos y cree que va a estar un tiempo sin poder trabajar.
«No se puede hacer nada así; está todo inoperable», contó a La Nación. «Tenía trabajos previstos y los tuve que suspender», agregó.
Según Beltramino, una vez que el agua se retire del lugar, en un tiempo que ahora le resulta difícil calcular, deberá hacer trabajos sobre la pista de césped que posee el lugar. «Como mínimo vamos a estar dos meses sin trabajar y creo que va haber menos trabajo debido al panorama en la zona», indicó.