La pax cambiaria para el dólar blue se terminó en julio. En las últimas tres semanas del mes el billete verde aumentó casi $60 y, si bien corrigió en algunos pesos hacia abajo su valor, nunca se sabe qué pasará con el mercado ilegal de la divisa.¿Qué pasará en el mes de las PASO?
La brecha con el dólar mayorista (que cotiza en torno a los $275,25) logró sobrepasar el 100% para luego caer levemente por debajo de esa barrera. La disparada del paralelo ocurrió después de que el Gobierno implementara medidas destinadas a fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA) mientras se van conociendo los detalles del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Entre esas disposiciones se encuentra la introducción de un tipo de cambio especial de $340 por dólar con el objetivo de impulsar las exportaciones de las economías regionales, la ampliación del alcance del Impuesto PAIS, con excepciones, y la unificación del valor del dólar Solidario (ahorro) y el Tarjeta.
Para los analistas, nada indica que la tendencia alcista esté por detenerse, sino más bien, todo lo contrario. Con la alevosía del billete estadounidense, sumado a la escasez de reservas del Central y la incertidumbre política, propia de las elecciones primarias (PASO), las proyecciones de los analistas para el dólar ilegal dan todas para arriba, e inclusive, se sostiene que, a la divisa todavía le queda trecho por recorrer.
El “serrucho” del dólar blue
Nicolás Olive, del equipo de Research de Rudolph, sostiene en declaraciones a Ámbito que el dólar blue sigue su recorrido impulsado por “problemas de la macro”, como el déficit fiscal sostenido y la “emisión para financiarlo”, por lo que “la tendencia es al alza con sus tradicionales movimientos de serrucho” (ya que suele dibujar picos hacia arriba y hacia abajo en la trayectoria).
Alo que se refiere el analista es a los altibajos del billete que, por momentos, queda atrasado y, por otros, muestra “más aceleración”, ayudado por “noticias o anuncios” que motorizan estas subas y que, en definitiva, generan “miedo e incertidumbre en los inversores”.
Olive indica que, “cómo están las cosas, no existen argumentos para asumir que el dólar va a dejar de subir” o para ser más claros, “que el peso vaya a depreciarse”, puesto que no hay demanda de moneda local y hay un “exceso de emisión que es motorizado por el déficit”.
En cuanto al avance del dólar oficial, argumenta Olive, va a depender mucho del “signo político”. Puesto que hay “dos o tres ideas dando vueltas”, con mayor o menos probabilidad de que se concreten, como la “dolarización”, o un cierre paulatino de la brecha.
Olive admite que las medidas temporales implementadas por el Gobierno, sirvieron de bálsamo para aliviar la presión sobre los “futuros de del dólar” de corto plazo porque se entiende que esa decisión de devaluar, “quedará pendiente para luego de las elecciones”.
Dólar, PASO e inflación: las claves
Distintos analistas sostienen que el “salto” de los tipos de cambio en los últimos días no es más que un “reacomodamiento” de la divisa a la inflación registrada durante el primer semestre.
“La cobertura preelectoral puede impulsar la suba del blue”, asegura Jorge Neyro, consultor económico, en diálogo con este medio. “Los precios se están moviendo en un rango del 6 y el 8% en los últimos meses” explica, “con lo que cualquier suba dentro de ese rango no sería muy sorpresiva”.
Neyro añade, además, que hay que estar atentos a la lectura que haga el mercado de las PASO, “como hizo con las medidas anunciadas por (Sergio) Massa el fin de semana pasado”, por lo que, durante agosto, puede “haber volatilidad, pero eso es muy dependiente, en última instancia, de los resultados electorales”.
Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, coincide con Neyro y agrega que el salto en el dólar blue de julio responde a una recomposición de precio “respecto de la inflación”. Aacumulada a junio, con el dato del 6%, esta tendencia arroja un 51,2% en lo que va del 2023, un porcentaje muy cercano al acumulado por el dólar blue, según relevamiento de Ámbito Financiero, que es de 54,91%, por lo que, a medida que la suba de precios se sostenga, el paralelo acompañará, lo que significa un dólar ilegal mucho más alto.
Dólar, emisión y metas con el FMI
En el contrato con el FMI se incluyó una reducción de la asistencia financiera del Banco Central (BCRA) al Tesoro. Esto significa que el BCRA no le prestaría más dinero al Gobierno para cubrir sus gastos. La meta era llegar a una instancia de financiamiento cero al final del acuerdo, que estableció objetivos trimestrales para las transferencias. Estas metas eran:
$ 139.300 millones entre enero y marzo
$ 372.800 millones en el segundo trimestre
$ 651.400 millones para septiembre
$ 883 mil millones a diciembre
Alfredo Romano, director de Romano Group, señala que, “desde siempre” conforme se acerquen las elecciones, “habrá presión hacia el dólar porque el peso no es confiable para atesorar”.
En ese sentido, desliza que las variables a monitorear de aquí en adelante son tres: la emisión monetaria, la sangría de reservas y en el escenario pos PASO, la evolución tanto del dólar oficial como de los financieros. La primera, asegura Romano, ya se encuentra “absolutamente desviada de lo acordado con el FMI”.
Como se puede observar en los gráficos de Romano Group , “el Gobierno se desvió de las metas acordadas llevando al deterioro de dos variables claves para la economía y su incidencia en la volatilidad cambiaria”.
En conclusión, el dólar blue probablemente seguirá con tendencia alcista en el futuro cercano, motorizado por factores de la macro y acompañando la suba de precios, que, según distintas consultoras del sector privado, tendrá un piso del 7% para los meses que restan del año.