Por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal en un congreso celebrado en Viena, se declaró el 4 de octubre de 1929 el Día Mundial del Animal, también conocido como Día Internacional del Animal. Aunque la efeméride festeja a todos los animales, el foco está en los más damnificados, en especial a los que corren peligro de extinción.
La fecha fue elegida en conmemoración de San Francisco de Asís, quien es considerado el primer humano que se concibió a sí mismo en relación con todas las cosas creadas, y que consideraba que todos los seres vivos son criaturas de Dios, incluyendo a los animales.
En 1980, el papa Juan Pablo II declaró a San Francisco patrono de los animales y de los ecologistas. Siendo una de las figuras más importantes del cristianismo, el santo es reconocido por la prédica que hizo por los animales y el medioambiente.
Ya era tradicional que miles de devotos se acerquen a las iglesias buscando la bendición para sus mascotas, pero fue a partir de ese momento que la celebración tomó más impulso a nivel mundial.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, hay en el mundo unas 5200 especies de animales que se hallan en peligro de extinción. Entre las principales causas de esta situación, se ubican la caza y el tráfico ilegal de seres vivos, la destrucción de sus hábitats y el calentamiento global y el cambio climático.
Además de celebrar los derechos y el bienestar de los animales, es importante que la fecha se aproveche para denunciar y actuar en contra de estas prácticas que afectan la vida de los animales. Formamos parte del ciclo de la vida, y la destrucción de cualquier especie genera daños irreparables en la naturaleza.
El Día del Animal en Argentina
En nuestro país, este día se celebra el 29 de abril, en recuerdo del fallecimiento del doctor Ignacio Lucas Albarracín en 1926. En vida, fue presidente de la Sociedad Protectora de Animales, y secretario desde su fundación. Promovió la Ley Nacional de Protección de Animales, legislación pionera que fue la base que incorporarían la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Naciones Unidas. Esta declaró como interés público la protección y bienestar de los animales domésticos, silvestres y exóticos en cautiverio.
Luego de recibirse de abogado, el cordobés Albarracín le dedicó su vida a la defensa de los animales. Fue uno de los primeros en oponerse a las riñas de gallos, la doma de potros, las corridas de toros, el tiro a la paloma y otras actividades abusivas contra los animales, las cuales solían ser típicas en nuestro país.
Según datos de la Fundación Vida Silvestre, en la Argentina existen más de 500 especies de animales que corren el riesgo de extinguirse. Algunas de las más destacadas de la fauna nacional son el huemul, el yaguareté, la ballena franca austral y el tapir, entre varias otras.