Y sus recomendaciones son:
Mantener una buena y fluida comunicación con el equipo médico en cuestión; consultandole todo tipo de dudas que puedan surgir.
Según el caso particular de cada paciente, es fundamental seguir todas las indicaciones que el médico indique.
Informarse siempre de fuentes confiables.
Si el temor, la angustia o la preocupación no cesan, y afecta tu bienestar emocional o no podes dejar de pensar en este tema, no te aisles. Hablá con tu médico tratante para buscar la mejor manera de hacer frente a esta situación.
Podes apoyarte en tu entorno, probar con distintas prácticas que te ayuden emocionalmente.