En especial, las embarazadas, los bebés y niños pequeños, las personas mayores de 65 años, y quienes padecen enfermedades crónicas.
Para evitarlo se recomienda:
• Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada, en el caso de los bebés: darles el pecho con mayor frecuencia, mojarles el cuerpo frecuentemente y si tienen más de 6 meses, darles agua fresca apta para el consumo.
• No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).
• Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas.
• Evitar comidas muy abundantes.
• Ingerir verduras y frutas.
• Reducir la actividad física.
• Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero, anteojos oscuros.
• Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.