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Comunicado de Christian San Martin

Después de once años de trabajo en Aguas Santafesinas, ayer me avisaron que estaba despedido.

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Sin causa, sin explicación, sin respeto.

Así de simple.

Así de brutal.

Pero todos sabemos que esto no es casualidad.

Es una decisión política del Gobierno Provincial, que busca disciplinar, callar y marcarle la cancha a quienes nos animamos a pensar distinto, a comprometernos con la realidad de nuestra ciudad.

El Sindicato del Personal de Obras Sanitarias (SPOS) ya presentó la denuncia ante el Ministerio de Trabajo por el carácter arbitrario y persecutorio de este despido.

Y no están solos: todos los trabajadores que saben que cuando tocan a uno, nos tocan a todos.

Me echan por hablar, por militar, por no agachar la cabeza.

Pero no me van a doblar.

Porque el trabajo no es un privilegio, es un derecho.

Y cuando un gobierno usa el poder para castigar a un laburante, deja de representar al pueblo.

Lo más triste no es solo el despido.

Lo más triste es el silencio cómplice de funcionarios locales del Gobierno de Santa Fe, a esos que se esconden tras el silencio institucional, les digo: el miedo es de ustedes, no mío.

Yo voy a seguir de pie, con la frente en alto, defendiendo lo que soy:

un laburante, un militante, un vecino que ama su ciudad y no se vende.

No me van a callar.

No me van a borrar.

Porque cuando el silencio es ley, decir la verdad es un acto de rebeldía.

Christian San Martin

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