los últimos meses se dieron a conocer varios casos de secuestros virtuales . La modalidad no es nueva, pero va adquiriendo diversas variantes para engañar a la gente.
El llamado «secuestro virtual» es en realidad una extorsión. Ocurre cuando un delincuente llama a una persona y le hace creer que tiene a un familiar secuestrado. La amenaza y le pide dinero y joyas a cambio de la liberación del supuesto secuestrado.
En general los llamados se hacen los viernes y sábados en la madrugada, aprovechando que los jóvenes salen a bailar y sus padres se quedan en casa preocupados.
En los últimos casos, se conoció que los extorsionadores se hacían pasar por personal policial o médico que llamaban, supuestamente, para avisar que un familiar había tenido un accidente. Cuando la persona entraba en el engaño, surgían las amenazas y el pedido de pago de un rescate (dinero y joyas) que se dejaba en una bolsa, en alguna esquina cercana a la casa.
El extorsionador se aprovecha de la vulnerabilidad que produce en la gente un llamado con supuestas noticias trágicas y en un horario en que las personas no están muy lúcidas. Ante estos casos, especialistas consultados por LA NACION sugieren:
Cortar la llamada
Son dos las modalidades más usadas por los delincuentes que realizan secuestros virtuales. Una de ellas es fingir ser personal médico o policial que llama para avisar sobre un supuesto accidente de un familiar. Otra es poner al teléfono a una persona llorando que se hace pasar por el familiar presuntamente secuestrado.
«Como los llamados ocurren generalmente a la madrugada, el que atiende, no está del todo alerta y además entra en pánico», explican a LA NACION fuentes de la Policía Federal. Ante esto recomiendan cortar inmediatamente la llamada.
«Apenas escuche que le dicen que llaman desde tal o cual comisaría u hospital, corten. No permita que lleguen al momento de la amenaza. Ni la policía ni los médicos hacen esos llamados en la vida real», sostienen las fuentes. En el caso de que pongan al teléfono al supuesto familiar, recomiendan tener la lucidez para tratar de reconocer si esa voz es en verdad la del familiar.
Daniel Adler, fiscal general federal de Mar del Plata, sugiere que no se atienda el teléfono fijo si suena de madrugada. «Las noticias malas llegan. Si realmente es algo importante, nos vamos a enterar de otra manera en forma inmediata y no por el teléfono fijo. Hoy en día quienes quieren comunicarnos cosas urgentes nos llaman al celular. El teléfono fijo figura en los directorios, por eso es el que usan los delincuentes para los secuestros virtuales», explica Adler.
No brindar información
Si la gente no quiere o no puede dejar de atender el teléfono en esos horarios, o ante el temor no se anima a cortar la comunicación, hay otras cuestiones a tener en cuenta para prevenir que se concrete la extorsión.
«Los delincuentes aprovechan la desesperación de la gente y el hecho de que por llamarlos de madrugada estén algo dormidos. Es fundamental tener la lucidez para no brindarles ninguna información», sostiene Adler.
Ricardo Pedace, subjefe de la Metropolitana, recomienda que la gente trate de mantener la calma. «Las personas tienen que estar tranquilas: no están recibiendo un llamado personalizado. Estos llamados son al voleo. Los delincuentes eligen números de la guía de zonas donde hay un poder adquisitivo bueno y llaman. La información con la que cuentan es el nombre y apellido y la dirección. Es esencial no brindarles más datos», sostiene Pedace.
Es fundamental que las personas no respondan a las preguntas del delincuente. Que no den datos concretos sobre su situación familiar, ni quienes viven en la casa o quienes están en otro lado.
En general, a través del engaño, los delincuentes logran sacarle a la persona que atendió el llamado el nombre de un ser querido. «Por ejemplo, le dicen ‘tenemos a su hijo’. Y la persona, tal vez medio dormida, pregunta ‘¿A Martín?’. Con ese dato el delincuente tiene todo lo que necesita para extorsionar a la gente», detalla Pedace. Y sugiere: «Si uno tiene la lucidez suficiente en ese momento puede intentar darles un nombre falso. Si el delincuente contesta que sí, que esa es la persona secuestrada, se desmantela el engaño y ahí pueden cortar la llamada con tranquilidad».
Contactar al supuesto secuestrado
La forma clásica que tiene el delincuente de asegurarse que el extorsionado siga el juego es amenazarlo con dañar al falso secuestrado si corta la llamada.
«Aunque no nos animemos a cortar la llamada, si tenemos celular, hay que intentar ubicar al ser querido que los delincuentes dicen que secuestraron. Y los que tenemos celular debemos mantenerlo encendido siempre por si suceden estas cosas», dice Pedace.
Por su parte, las fuentes de la PFA también sugieren que se establezca contacto con el familiar. «Lo ideal es no esperar hasta que el delincuente haga una amenaza. Apenas reciba un llamado extraño como estos, si le dicen que le pasó algo a su hijo, llame a todos sus hijos. No le siga la conversación al delincuente», recomiendan.
Hacer la denuncia
Cuando el extorsionador que hizo la llamada logró generarle a la otra persona la creencia de que tiene secuestrado a un familiar, el siguiente paso va a ser la amenaza. Van a pedirle que les deje cierta cantidad de dinero, joyas, objetos de valor en una bolsa en alguna esquina cercana a su casa.
«Antes de hacer esto, antes de responder a la extorsión, tienen que llamar a la policía», dicen desde la Federal. «La policía no va a hacer nada que pueda poner en riesgo a nadie. Se sigue un protocolo con intervención de un juez. En el 100 por ciento de los casos, es secuestro virtual. Si la gente denuncia en ese momento, al menos se puede detener a los que van a buscar la plata», explican las fuentes.
Por su parte, Pedace también sugiere que se realice la denuncia. «Una vez que establecimos que nuestro familiar está bien y no es víctima, hay que radicar la denuncia correspondiente», sostiene. «La policía necesita la denuncia para ir monitoreando las zonas en donde operan los delincuentes y lograr, con un aviso temprano, detenerlos», añade.
«Si entregaron el dinero, también deben radicar la denuncia para permitir la investigación. Todos los datos suman para combatir este modo de extorsión», dice Pedace.
Informarse
Para los especialistas, los medios de comunicación juegan un rol fundamental. «La gente tiene que saber qué tipo de modalidades delictivas se están utilizando. Muchas veces hay víctimas que no estaban al tanto de que existían los secuestros virtuales. Los medios tienen que informar, y la gente tiene que buscar estar informada», señalan las fuentes de la PFA.
«La gente tiene que saber que un secuestro extorsivo real requiere de una logística mucho más complicada. Un sistema de postas, un lugar donde esconder al secuestrado. No se lo hacen a cualquier persona», explican.
Por su parte, Pedace indicó que desde la Policía Metropolitana se brindan charlas a los vecinos para mantenerlos actualizados y alertas ante las diversas modalidades que tienen los delincuentes para robarle a la gente.
Fuente: La Nación – Por Sol Amaya