¿Cómo el uso de tecnología puede colaborar en el tratamiento de patologías cerebrales?
En los últimos años se ha evidenciado un gran avance en el campo de la tecnología y su aplicación a distintos ámbitos de la salud. Las patologías cerebrales no han quedado exentas de este desarrollo
La tecnología es necesaria contar con un equipo interdisciplinario y especializado para la rehabilitación de pacientes con enfermedades neurológicas que es la primera causa de discapacidad a nivel mundial (Getty Images)
La existencia de nuevos canales y formas de intervención, junto con la incorporación de nuevas herramientas para perfeccionar los tratamientos, posibilitan actualmente tratar patologías y sus secuelas para preservar la calidad de vida de los pacientes.
“Las innovaciones tecnológicas y los cambios en las políticas de salud van a transformar la forma y los contenidos que empleamos para la rehabilitación de nuestros pacientes”, sostiene Máximo Zimerman, neurólogo y director médico del centro CITES INECO. En esta línea, el profesional indica que “la posibilidad de realizar una rehabilitación integral y un seguimiento exhaustivo en la casa del paciente mediante paradigmas de ‘Tele-rehabilitación’, ha permitido en muchos casos la continuidad de esta tarea tan compleja en época de pandemia”.
Asimismo, en la actualidad existen plataformas que ayudan a los profesionales de la salud realizar mediciones sofisticadas sobre la movilidad, analizar el equilibrio del paciente y entrenar procesos cognitivos complejos a distancia, mediante protocolos basados en evidencia clínica que demostraron ser efectivos para abordar un proceso de recuperación a distancia.
“Esta es una herramienta fundamental en un país como el nuestro dónde existen ciudades que carecen de equipos interdisciplinarios especializados en neurorrehabilitación. Por este medio, podemos desde Buenos Aires garantizar un proceso de recuperación en pacientes que se encuentran en Ushuaia o en Jujuy y confeccionar un programa específico para la recuperación de pacientes con ACV, traumatismo encefalocraneanos y enfermedad de Parkinson, entre otras patologías” comenta Zimerman.
En esta línea, el profesional asegura que aparte de la tecnología es necesario contar con un equipo interdisciplinario y especializado para la rehabilitación de pacientes con enfermedades neurológicas que es la primera causa de discapacidad a nivel mundial. La neurorehabilitación se nutre y apoya en nuevas terapias no farmacológicas como la robótica, la realidad virtual, el biofeedback y la estimulación no invasiva cerebral. “Por ejemplo, con realidad virtual se pueden recrear situaciones y tareas desafiantes y funcionales que en el mundo real el paciente no podría ejecutar con la misma precisión, permitiendo asimismo programar la intensidad y dificultad en función de los objetivos terapéuticos y las circunstancias individuales de cada paciente”, afirma el neurólogo.
A su vez, el uso de tecnología ha demostrado su efectividad en niños que presentan alteraciones en el neurodesarrollo, ya que pueden encontrarse con mayores limitaciones en el desarrollo de las habilidades de comunicación e interacción social. “La ausencia de la comunicación y del desarrollo del lenguaje verbal impacta en el desenvolvimiento diario del niño y de su calidad de vida, siendo imprescindible brindarle apoyos externos para fomentar comunicaciones más asertivas y funcionales”, comenta Soledad La Scaleia, coordinadora terapéutica en el área de neurodesarrollo y CEA de CITES INECO.
En esta línea, los Sistemas de Comunicación Aumentativa y Alternativa (SAAC) se enseñan con el objetivo que la persona pueda comunicar a un otro mediante imágenes, logrando fomentar las interacciones lingüísticas. Estas herramientas tecnológicas colaboran a que la persona que presenta limitaciones en su comunicación verbal pueda expresar peticiones, compartir sus pensamientos, emociones, opiniones, deseos y necesidades, optimizando su inclusión e interacción social.
“La presencia de comunicadores electrónicos permite a las personas con alteración en el lenguaje verbal, comunicarse con otra persona mediante el uso de pictogramas. A su vez, favorece la autonomía, la disminución de conductas disruptivas y, al resultar una herramienta flexible y adaptable a la necesidad y ritmo de aprendizaje de cada sujeto, disminuye la presencia de frustración ante el error”, concluye la especialista de CITES INECO.