A tan solo 17 días del cambio de gobierno, este jueves se oficializó un aumento en las percepciones que modifican el precio del «dólar tarjeta y ahorro». Esta medida impacta en los gastos realizados mediante tarjetas de crédito y débito en transacciones en el extranjero, por lo que es importante destacar las claves y el impacto de la medida, que llega en un momento en el que al Banco Central (BCRA) le está costando robustecer las reservas, a pesar de que viene con una racha de 22 ruedas compradoras, las cuales, según el último dato oficial disponible, están en u$s21.535 millones (totales).
Dólar Tarjeta: cómo queda
Así, este jueves, la Agencia Federal de Ingresos Públicas (AFIP) introdujo modificaciones en el régimen de percepciones aplicadas como adelanto de impuestos a las Ganancias y a los Bienes Personales. Específicamente, se establecen nuevas tasas para las transacciones en moneda extranjera. En este sentido, la percepción del 45% en Ganancias se eleva al 100%, mientras que la de Bienes Personales se mantiene en un 25%.
Cabe recordar que, hasta este miércoles, se situaban en un promedio de $748,60 ahora, sube a los $956,22 ($207,46), muy cerca al valor de los dólares financieros.
$374 correspondientes al valor del dólar oficial
$111,60 por el Impuesto PAIS (30%)
$372 por la percepción anticipada de Impuesto a las Ganancias (100%)
$93 por la percepción anticipada de Bienes Personales (25%)
Dólar Tarjeta: a qué servicios alcanza
Sebastián Manescaldi, economista de EcoGo, explica a Ámbito que, la suba del «dólar tarjeta» está orientada a reducir el impacto de las compras anticipadas de servicios e importaciones con pagos en el exterior. Como bien sostiene, el tipo de cambio actual está rezagado, lo que sumado a la incertidumbre sobre «cómo se comportará a partir de diciembre«, parecería que esa fue la motivación de la medida.
Y agrega que, «no se trata solamente de contener la salida de pagos por servicios y turismo, como pasajes y compras en el extranjero», sino más bien de contrarrestar la tendencia acentuada hacia estas operaciones debido al retraso cambiario que estamos experimentando.
Así, cada ciudadano argentino afrontará un total del 155% en cargas impositivas al realizar transacciones en el mercado de divisas mediante su tarjeta, particularmente en compras de bienes y servicios en el extranjero relacionados con gastos turísticos como pasajes y vuelos, hasta suscripciones a plataformas como Netflix y Spotify, entre otras.
Dólar y reservas: la clave del BCRA
Aun con el lanzamiento del dólar exportador, el Gobierno tiene problemas para acumular reservas. Cabe destacar, en ese contexto, que por segunda vez consecutiva, este miércoles, los volúmenes operados en la plaza oficial han sido considerablemente bajos, mostrando escasa actividad.
De acuerdo con Gustavo Quintana, de PR Operadores de Cambio, el volumen operado este miércoles en el segmento de contado fue de u$s152,349 millones, en futuros MAE u$s0,55 millones y en el Rofex u$s291 millones. Un volumen bajísimo para el Central que compró este jueves 23 de noviembre u$s25 millones. Así, acumuló 22 jornadas consecutivas sin ventas y ostenta un saldo positivo de u$s1.051 millones.
La economista Elena Alonso, consultada por este medio, considera que el aumento de los tipos de cambio se enmarca en el intento del Gobierno por poner un freno al drenaje de divisas y evitar la fuga de reservas del BCRA. Algo que pone en duda es si la situación seguirá así después del próximo 10 de diciembre, cuando asuma la presidencia Javier Milei.
Alonso advierte que va a disminuir un poco la demanda de bienes y servicios en el exterior «hasta que veamos cómo sigue la situación económica pasado el 10 de diciembre (día que asume la presidencia Milei), puesto que la capacidad de poder adquisitivo de las personas en dólares va a disminuir, algo que podría servir de torniquete a la salida de divisas del Banco Central.
Al respecto, el analista financiero, Andrés Reschini, advierte que, tras la escalada de los tipos de cambio financieros, «que quedaron en torno a los $1.000», quedó relegado el dólar tarjeta. Esto podría incentivar una mayor salida de divisas a través de compras en el exterior con plástico, lo que agravaría el balance del Banco Central. El analista opina que, al menos, están intentando no perjudicar más las cuentas con ventas en Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde no se registran operaciones desde la primera vuelta electoral.
Para Reschini, no parece que esta medida tenga como objetivo «algo más que evitar que la situación de las divisas se profundice en los pocos días que quedan«. Puesto que, es una medida destinada a contener el impacto y evitar «una profundización significativa» del problema cambiario.
Dólar atrasado, compras en línea y gastos innecesarios
Joel Lupieri, de la consultora EPyCA, explica que, a primera vista, parece ser una solución temporal para «proteger las escasas reservas del Banco Central«. Algo que el analista encuentra que podría tener un impacto «marginal» en la salida de divisas destinadas al turismo y las compras en el extranjero», puesto que la gestión actual carece de fuertes incentivos para mantener las cuentas en orden y un tipo de cambio oficial competitivo.
Para Lupieri, el principal efecto de la suba del dólar tarjeta debería ser «desalentar las compras en línea y los gastos innecesarios», que se beneficiaban de la diferencia entre el dólar oficial y los tipos de cambio en el mercado bursátil. Sin embargo, el analista advierte que no parece que vaya a tener muchas más consecuencias que esas, ya que su capacidad para generar un cambio significativo es limitada.