Una mujer muerta por un disparo y múltiples hechos vandálicos marcaron el 41º aniversario del golpe militar de Pinochet.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, encabezó ayer la ceremonia en la que se conmemoró el 41 aniversario del golpe militar que encabezó el general Augusto Pinochet en 1973, en un clima de tensión tras el atentado en el subte que el lunes provocó 14 heridos y los disturbios que entre el miércoles y ayer dejaron a una mujer muerta, un policía herido y un colectivo de transporte público quemado. «Una de las enseñanzas que dejó el 11 de septiembre de 1973 es que en Chile no hay y no puede haber espacio para la violencia, ni para el miedo ni el temor», remarcó la mandataria al encabezar el acto, y subrayó que el país «tiene mucho aún que hacer para perfeccionar su democracia» que es el «bien más preciado». La mandataria señaló que la memoria «no es un lastre, sino el motor de nuestra responsabilidad con el presente y el futuro».
Los disturbios que acompañaron la previa de la ceremonia se concentraron en los municipios de Peñalolén, San Bernardo, Quilicura y Cerro Navia, donde encapuchados levantaron barricadas, encendieron fogatas, atacaron autos y se enfrentaron con la policía. En La Granja, en el sector sur de Santiago, una mujer recibió un balazo en la cabeza cuando regresaba a su casa. La víctima, identificada como Rosa Ester Mandujano Muñoz, de 68 años, murió en la mañana de ayer y las autoridades policiales confirmaron que se trató de una bala perdida, por lo que investigarán el hecho.
Sin evadir los sucesos violentos, Bachelet remarcó ayer la importancia de la democracia y destacó a Salvador Allende y su legado, acompañada de la hija del ex mandatario y actual presidenta del Senado de Chile, Isabel Allende, además de su nieta y diputada socialista Maya Fernández. «Hoy (por ayer) recordamos en esta casa, que es testigo de la historia de Chile, a Salvador Allende, en democracia. Chile no ha perdido la memoria y no ha olvidado a sus hijos perseguidos, ejecutados y detenidos desaparecidos», dijo la presidenta quién agregó: «Nuestro país tampoco ha olvidado las heridas que siguen doliendo».
Reclamo de justicia. En esa línea, anunció la creación de la Subsecretaría de Derechos Humanos y enfatizó en la necesidad de hacer justicia frente a los delitos de la dictadura. «Han pasado 41 años y testigos sobrevivientes, víctimas y victimarios y cómplices son personas mayores; muchos han muerto guardando silencio. Basta de esperas dolorosas y silencios injustificados: es el momento de hermanarnos en la verdad y es fundamental que quienes tienen información relevante la entreguen», sentenció.
El régimen militar (1973-1990) dejó poco más de 40.000 víctimas, incluidos 3.095 disidentes muertos. A casi un cuarto de siglo del retorno de la democracia aún falta hallar los restos de un millar de desaparecidos cuyo paradero se desconoce.
Detención. Mientras Bachelet presidía el acto en La Moneda se difundió la noticia de la detención del desaforado diputado Rosauro Martínez, procesado por el asesinato de tres izquierdistas en 1981 cuando dirigía comandos que perseguían a militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El ex diputado de la derechista Renovación Nacional (RN) fue notificado ayer de su procesamiento en Valdivia, a 900 kilómetros de Santiago.
Martínez, quien también fue agente de la policía secreta de Pinochet, insiste hasta ahora en su inocencia, pese a los testimonios de cinco hombres que estuvieron bajo su mando entre julio y septiembre de 1981. En ese lapso fue ejecutada la llamada operación «Contraguerrilla Machete», que acabó en total con la vida de once miembros del MIR. Durante semanas, y bajo la jefatura del entonces capitán Martínez, los militares persiguieron por la cordillerana y forestal zona de Neltume a los izquierdistas, apresándolos en septiembre de 1981 y fusilándolos luego. El diputado de Renovación Nacional, elegido seis veces parlamentario desde el retorno a la democracia, asegura que los decesos ocurrieron en enfrentamientos.
Rigurosos controles. Las autoridades reforzaron la seguridad por el aniversario del golpe, que fue precedido el lunes por un atentado explosivo que dejó 14 heridos en una galería comercial aledaña a la estación del subte Escuela Militar. Los organismos de seguridad identificaron 97 sectores «complejos» en cuanto a disturbios y 38 «puntos críticos» en trece municipios de la ciudad, en los que tradicionalmente se han concentrado las situaciones más violentas cada 11 de septiembre. En San Bernardo, al sur de Santiago, el cabo de Carabineros Marcelo Burgos fue alcanzado por esquirlas en un ojo cuando apagaba una barricada en ese municipio. En esos incidentes, los manifestantes incendiaron un auto y trataron de atacar una comisaría de Carabineros.
Fuente: lacapital.com.ar