Catalina Etchevers es una rufinense de 3 años que por diversos malestares de salud, debió ser atendida por médicos locales que determinaron una derivación al Instituto del Niño en Rosario. (Fuente: Semanario El Rufinense)
Foto: Semanario El Rufinense
Los primeros síntomas, coincidieron con los que presentan pacientes que padecen fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que afecta principalmente los pulmones, el páncreas, el hígado, los intestinos, los senos paranasales y los órganos se-xuales.
La fibrosis quística hace que la mucosidad sea espesa y pegajosa. Esta mucosidad tapa los pulmones, causando problemas para respirar y facilitando el crecimiento de bacterias. Esto puede provocar infecciones pulmonares repetidas y daños pulmonares.
Los síntomas y la severidad pueden variar. Algunas personas tienen problemas serios desde el nacimiento, otras pueden tener un tipo más leve que no se manifiesta hasta la adolescencia o al inicio de la edad adulta.
En el caso de Catalina, no se comprobó fehacientemente la existencia de esta enfermedad, ya que para detectarla, necesita realizarse un análisis cotizado en más de 17 mil pesos. Al conocerse estos costos, los padres de la pequeña, decidieron acudir a la solidaridad de familiares, amigos y conocidos ya que no lograban recaudar el monto para cubrir el examen.
El lunes, María Elisa Bethular, madre de Cata, envió un mensaje de texto a cada uno de sus contacto y ellos mismos se encargaron de viralizar la información, el martes por la noche ya habían más de mil números vendidos para rifar un pollo con ensalada y vino. Se logró el objetivo en menos tiempo de lo imaginado.
Grata sorpresa se llevaron los padres de la niña, que vivieron una experiencia que los conmovió profundamente, sintiendo lo que logra la unión y la fuerza de toda una comunidad.
En diálogo con El Rufinense, María Elisa, destacó que: «Paso media hora desde que mandé el primer mensaje hasta que circuló por todas las redes sociales, fue increíble, hasta Verónica Cardo, la pediatra de Cata lo compartió».
Por otra parte, Paulo Etchevers, padre de Catalina dijo que: «No pensé que la gente era tan solidaria, mis compañeros de trabajo hicieron una ´vaquita´ para juntar plata».
Dentro de las sorpresas que se llevó la familia, está el caso de Veterinaria Zoo Vet, donde por iniciativa de sus propietarios se colocó una urna con una foto de la niña solicitando colaboración para el caso.
Muchos particulares sin conocer a la chiquita, hicieron colectas en escuelas de danzas, peñas y barrios.
Durante noviembre ya le habían realizado los primeros estudios a Catalina, costos que cubrieron sus propios padres.
El lunes se cumplirá con la segunda etapa, que se trata de un análisis genético en el que se estudian distintas mutaciones. La familia estima que los resultados pueden llegar luego de 60 días de realizado.
En este caso en particular, la enfermedad afecta a los pulmones y al páncreas, haciendo que éste último no produzca las enzimas necesarias para funcionar.
Hacia el cierre la madre comentó emocionada: «Lloré mucho cuando logramos el objetivo, no sé cómo agradecer tanta bondad, cuando digo gracias no se imaginan todo lo que esa palabra encierra, estaremos agradecidos eternamente».