Kepler-452b fue detectado por el telescopio espacial de la NASA del cual tomó su nombre; es rocoso y da una vuelta completa en torno a su estrella en 385 días; la desventaja es que se encuentra a 1400 millones de años luz.
WASHINGTON.- Un día después del anunció de la Agencia Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) sobre el hallazgo del primer planeta que orbita en la zona habitable de una estrella similar al Sol, siguen surgiendo informes que lo convierten en un sólido candidato para albergar vida y en un «primo» de la Tierra.
El planeta Kepler-452b fue detectado por el telescopio espacial Kepler, que analiza cambios en la intensidad de la energía emitida por una estrella, considerando frecuencia y reducción de luminosidad, para confirmar la existencia de planetas.
Jon Jenkins, jefe de análisis de datos de esta misión, explicó en una rueda de prensa que el planeta es un 60 % más grande que la Tierra, por lo que la gravedad en su superficie sería dos veces a la de la nuestro planeta.
No obstante, su tamaño permite a los científicos adelantar que el planeta es rocoso, probablemente con una atmósfera más densa y con una importante concentración de volcanes activos.
El planeta da una vuelta completa en torno a su estrella en 385 días y su radio es 60% mayor que el de la Tierra. También hay muchas posibilidades de que sea rocoso, tiene una atmósfera espesa y podría tener agua en estado líquido que facilite la existencia de vida.
Si el planeta es rocoso –y los científicos tienen razones para pensar que lo es– entonces podría estar en medio de un escenario terrible, ya que el calor de su moribunda estrella estaría evaporando los lagos y oceános. En conclusión, podría estar experimentando ahora lo que sufrirá la Tierra de aquí a 1000 millones de años, a medida que el Sol envejezca y se vuelva más brillante».
[youtube id=»G_zcEgx1IgQ»]
Kepler-452b recibe un 10 % más energía de su estrella que la Tierra, ya que el astro está en un estadio más avanzado de su vida, por lo que emite más brillo y es un 4 % más grande. La NASA lo ha calificado como «un primo, más grande y más viejo, de la Tierra».
«Este es hasta ahora el planeta que más se asemeja a la Tierra y algo que podemos llamar hogar», explicó uno de los científicos del programa. La órbita alrededor de su estrella es bastante similar a la de la Tierra, ya que el Kepler-452b completa su año en 385 días.
Pero el problema de visitar al «primo» de la Tierra es la lejanía ya que se encuentra a 1400 millones de años luz.
La NASA considera como la zona habitable de un sistema solar la franja en la que la temperatura permitiría la existencia de agua en estado líquido en un planeta.
Hasta el momento, el más prometedor hallazgo de un planeta parecido a la Tierra era el Kepler-186f, con un tamaño muy parecido a nuestro planeta, pero orbitando una estrella enana, mucho menos cálida que el Sol.
CATÁLOGO PLANETARIO
La misión Kepler arrancó en 2009 con el objetivo de buscar exoplanetas –es decir planetas fuera del Sistema Solar– en particular aquéllos que son del tamaño de la Tierra o más pequeños. «Hoy, miles de descubrimientos después, los astrónomos están a punto de encontrar algo que la gente ha soñado desde hace miles de años: otra Tierra», escribió la Nasa en un comunicado.
Foto: NASA
Ayer, la Nasa divulgó el último catálogo de exoplanetas candidatos y añadió más de 500 nuevos posibles planetas a los 4.175 que ya ha encontrado el telescopio espacial. «Este catálogo contiene nuestro primer análisis de todos los datos de Kepler, así como una evaluación atomatizada de estos resultados», dijo Jeffrey Coughlin, científico del instituto Seti.
El nuevo catálogo incluye 12 candidatos cuyo diámetro es menor al doble del diámetro de la Tierra y que orbitan en zonas habitables de sus estrellas. De estos 12 nuevos candidatos, Kepler 452b «es el primero que es confirmado como un planeta», dijo la Nasa.
Kepler identifica los posibles planetas buscando puntos opacos en el brillo de las estrellas, que podrían ser causados por el paso de un planeta entre esta estrella y el telescopio.
El telescopio espacial se dañó a mediados de 2013, cuando dos de sus giroscopios dejaron de funcionar. Los exoplanetas referidos el jueves por la Nasa habían sido observados antes de que Kepler fallara.