Así se desprende de un relevamiento realizado por el Ieral, de la Fundación Mediterránea, que estima que entre este mes y diciembre próximo habrá un promedio mensual de ingreso de divisas por US$2800 millones. Los cálculos están hechos considerando una eventual normalización en las ventas todavía pendientes de soja.
“En cuanto a la liquidación de los exportadores nucleados en Ciara-CEC (Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) para lo que resta del año, una parte relevante de las exportaciones agroindustriales totales, considerando también saldos exportables y cierta normalización en la comercialización de granos, el flujo de dólares a ingresar en los próximos 5 meses (agosto-diciembre) podría estar en el orden de los US$14.200 millones, un promedio de US$2800 millones mensuales”, apuntó el reporte. De realizarse esta proyección, esto significaría un aliciente para el Gobierno que busca recaudar divisas del campo.
El Ieral alertó, en tanto, que “en caso de continuar muy ralentizada la venta de la soja la cifra sería menor, probablemente no muy diferente a la observada el año pasado”, esto es US$12.600 millones hasta fin de 2022 y un promedio mensual de US$2500 millones.
Vale recordar que hasta el 10 del actual los productores comercializaron de la producción de soja 2021/2022 un volumen de 22.129.4000 toneladas, por debajo de las 27.327.100 toneladas de igual fecha de 2021 o un 19,02% menos. En tanto, entre el 4 y el 10 del actual se vendieron 565.800 toneladas, lo que representó una mejora respecto de las 263.300 toneladas negociadas entre el 28 de julio y el 3 de agosto.
Ieral precisó que, en términos generales, 2022 podría cerrar con un flujo de dólares provenientes del agro cercano a los US$49.500 millones, considerando saldos exportables de granos, carne y lácteos. Sería “la marca más alta de los años recientes” y una suba interanual del 13%.
En el trabajo, realizado por Juan Manuel Garzón, se indicó que el crecimiento previsto para las exportaciones agroindustriales de 2022 se explicaría completamente por la suba de precios externos (+17%), ya que las cantidades exportadas se estarían reduciendo (en promedio) levemente (-3,4%).
“La noticia se agrava considerando que, según el análisis de lo sucedido en los últimos cuatro años, desde 2019 hasta esta parte, se está colocando en el mercado externo la misma cantidad de productos (con algunos cambios de composición de canasta, por caso, se exporta más maíz y trigo, pero menos soja y derivados)”, remarcó.
En otro tramo, el informe subrayó cómo la mejora de las exportaciones en valor sirvió para afrontar importaciones. “El crecimiento de las principales exportaciones agroindustriales ha sido determinante para el financiamiento de las importaciones, que luego de años flojos, como lo fueran el 2019 (recesión) y 2020 (primer año de la pandemia Covid-19) se recuperaron con fuerza en 2021 y lo que va de este año. Para tener orden de magnitud, en el primer semestre las exportaciones agroindustriales se ubican US$10.600 millones arriba de los envíos promedio del período 2017-2020 y las importaciones totales (bienes) US$13.600 millones por encima en la comparación con el mismo período (US$41.200 millones versus US$27.600 millones); es decir 3 de cada 4 dólares que fueron utilizados para pagar compras adicionales de bienes del exterior provinieron del excedente de divisas agroindustriales”, analizó.
“Considerando restricciones varias que enfrentan otras fuentes de ingreso de divisas se deriva de lo anterior que el aumento de importaciones no hubiese sido tan potente sin los dólares extras del campo, que permitieron abastecer la mayor demanda con un precio de la divisa que se mantuvo, al menos hasta mediados de este año, relativamente controlado”, agregó.
Fuente: La Nacion