Por Anibal Mario Martini
Lo despido querido Juan Angel con el mismo saludo de la partida en cada etapa de aquellos inolvidables Grandes Premios de Turismo. Cuando el Borgward llegaba al punto de lanzamiento usted con la última acelerada de calentamiento bajaba la ventanilla y con los guantes cortos y una sonrisa en la cara agradecía mis buenos deseos. Ha sido dura esta última etapa. Siempre escuchaba sus consejos y en algo coincidimos: «Es más fácil la subida que la bajada». Claro que los alemanes al final de cada etapa le cambiaban el tren delantero pero el reglamento de la vida marca que hay que llegar al final con el mismo auto que uno larga.
Deja su gloria «Maestro» y el recuerdo de su don para vincularse con la gente sabiendo mirar de abajo sin subirse nunca a la montaña. El amigo de Fangio, del Comendatore Gilera, el socio de Zanella, el hombre de confianza de los alemanes de NSU, el mismo que con su influencia logró que GILERA desempolvase la cuatro cilindros campeona del mundo para darle una oportunidad a Benedicto Caldarella que a punto estuvo de campeonar, el que durante años conservó un record en la Pampa de Achala logrado con el Borgward, el que consiguió que de la Exposición de Palermo MV Augusta le prestara su moto campeona del mundo para correr en Mar del Plata, el tipo solidario que en los últimos años desparramó ayuda a cuantos se la pidieron sin preguntar.
Se ha ido JUAN ANGEL y la nostalgia me invade. La gratitud es la llave que abre las puertas de la vida y también la que las cierra.
Ahhh….y un último favor «Maestro»: Cuando entre a Parque Cerrado no olvide de abrazar bien fuerte a Alberto Salotto que lo estará esperando junto con Armando D’Arminio y Gracias por la amistad.
Por Anibal Mario Martini
Juan Angel Diez fue encontrado sin vida el domingo a la mañana en su departamento. Según se informó, estaba sentado y tendría por lo menos 12 horas de su deceso.