Se dieron algunas señales en el transcurso del domingo, pero la confirmación llegó casi llegada la medianoche. La Conmebol comunicó en sus redes sociales que decidió suspender la Copa América en la Argentina y que aún no definió cuál será el país que se hará cargo de la organización del certamen continental. Incluso no se descarta que se suspenda.
La noticia sorprende pero no tanto. La idea de organizar el torneo en medio de una segunda ola de casos que pone en jaque al sistema sanitario fue motivo de críticas no sólo de la oposición, sino también de algunos de los funcionarios del gobierno. Por ejemplo, el propio ministro de salud bonaerense, Nicolás Kreplak, había admitido que lo mejor era posponer el certamen y acusaba abiertamente a la Conmebol de imponer condiciones.
La foto a media semana de Alberto Fernández reunido con Alejandro Domínguez, titular de la entidad sudamericana, parecía el espaldarazo definitivo. Restaba la confirmación oficial.
El domingo hubo una serie de hechos que anticipaban este final. Bien temprano por la mañana fue nada menos que Carla Vizzotti, ministra de Salud, la que advirtió que «no estaba definida al 100%» la organización del torneo. Entrada la noche, lo deslizó el ministro del Interior, Wado de Pedro: «Es muy difícil que la Copa América se pueda jugar en Argentina. Mañana el presidente va a tomar una decisión junto a las autoridades sanitarias». No fue necesario esperar. La propia Conmebol lo tuiteó a las 22.44.
¿Y ahora? Mañana habrá una reunión de emergencia en Conmebol para analizar opciones. Según trascendió, Estados Unidos se ofreció a albergar el torneo, pero en estas horas picaría en punta Chile por su situación sanitaria y que estaría abierto a que los partidos se jueguen con público. Paraguay es otra opción. Hasta se baraja la opción de suspenderla. Lo único concreto a esta hora es que la Copa América arrancaría el 13 de junio. Aunque después de leste domingo, cualquier cosa puede pasar.
Fuente: telefenoticias.com.ar