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Arranca el paro sindical contra la inflación y el ajuste

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Ya se cancelaron servicios ferroviarios de larga distancia. La adhesión de los gremios del transporte es uno de los fuertes de la protesta. La huelga es impulsada por las centrales obreras que lideran Moyano, Barrionuevo y Pablo Micheli.

Aunque restan algunas horas para la medianoche, el paro convocado por las centrales obreras opositoras ya impacta en los medios de transporte. Uno de los primeros servicios suspendidos es el tren de larga distancia entre Tucumán y la ciudad de Buenos Aires. La adhesión de ferrocarriles, colectivos y subtes es uno de los fuertes de la protesta, convocada en rechazo a la inflación y el ajuste.

Las centrales obreras que impulsan la huelga ratificaron el reclamo. «Nadie puede negar que este reclamo es por todos los trabajadores», dijo más temprano el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano. El camionero, en tono irónico, dijo que «algunos todavía preguntan por qué es el paro». Y aseguró que el Gobierno «tiene que asumirse responsable» de la inseguridad, que «es insostenible e insoportable, fundamentalmente a los trabajadores».

Moyano minimizó los piquetes que planean llevar adelante algunas agrupaciones sindicales, al sostener que «no va a ser necesario» cortar calles «porque no va a ir nadie a trabajar».

Al respecto, el sindicalista aseguró que la huelga tendrá «una adhesión importantísima, a pesar de los esfuerzos denodados del Gobierno» por evitarlo. «La gente no va a ir a trabajar porque tiene bronca, la gente está enervada, tiene bronca, porque está maltratada por el Gobierno», afirmó el camionero.
En esa línea, el titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, afirmó que «se va a notar en la calle el silencio de la soledad», al vaticinar una alta adhesión al paro general.

Por su parte, el gastrónimico Luis Barrionuevo -jefe de la CGT Azul y Blanca- explicó que el paro «no es para desestabilizar a nadie», sino que es una medida para «reclamar y atender las exigencias de los trabajadores».

El Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió que «los piquetes no tienen nada que ver con el derecho a la huelga» y remarcó que será «imposible medir el apoyo» al paro si quienes quieren trabajar «no pueden trasladarse».

La adhesión de los gremios enrolados en la CGT Balcarce -ferroviarios y colectiveros- fue considerada decisiva por los organizadores. Moyano, en esa línea, explicó que el sindicalismo opositor está dispuesto a sentarse a dialogar con el Gobierno y subrayó que si la Presidenta «diera respuesta a los reclamos, aplaudiríamos todos».

Fuente: Clarin

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