Messi falló un penal y la selección careció de lucidez para sacar ventaja.
Argentina e Islandia empatan 1 a 1 tras un primer tiempo muy parejo en el que el equipo de Sampaoli juega muy incómodo y no puede terminar las jugadas de ataque con profundidad.
De hecho, el gol de la apertura llegó después de un remate lejano de Rojo que interceptó Agüero.
De hecho, una gran media vuelta del Kun a los 19 minutos puso a Argentina 1 a 0, pero a los 22′ un error defensivo general con un poco más de protagonismo del arquero Caballero terminó en gol de Finnbogason.
Argentina ganaba porque la calidad individual había hecho la diferencia en un partido cerrado y complicado.
Tras el empate, que se inició en una mala salida de Caballero y terminó con una pésima entrega de Rojo, la característica del juego siguió siendo la misma: Argentina al ataque sin ideas e Islandia de contra y en bloque compacto.
Siempre fue igual: Argentina mantuvo la posesión e Islandia se paró deliberadamente de contraataque.
La selección mostró muchos problemas en la mitad de la cancha e Islandia intenta progresar por los costados, especialmente por el sector de Salvio.
Messi estuvo permanentemente acosado por dos rivales que no le permitieron tener mucho contacto con la pelota.
El segundo tiempo ya arrancó sin variantes en el equipo de Sampaoli.
Cuando no pasaba nada, se lo llevaron por delante a Meza en el área, pero el penal, mal pateado, fue rechazado por el arquero Hannes Thor Halldorsson.
La selección busca protagonismo pero no lo encuentra.
Messi, obsesionado tras fallar el penal, intenta definir por sí solo.