El seleccionado de Jorge Sampaoli se mide con el anfitrión del próximo Mundial en el estadio Luzhniki de Moscú. Comienza a las 10 y transmite TyC Sports.
Lionel Messi y Sergio Agüero se entrenan bajo la nieve de Rusia.
Sólo a un desprevenido puede parecerle el Rusia-Argentina que afrontará el equipo de Sampaoli en el imponente Luzhniki, con 77 mil entradas vendidas, un paseo sin riesgos. Desde las 16 (las 10 de Buenos Aires), en esta ciudad que al frío le agregó por estas horas oscuridad y aguanieve, la Selección afrontará un encuentro que encierra al menos los siguientes siete desafíos:
1. La posibilidad de soltarse.
Puede ser visto así, como una chance ideal, o también como una obligación para este equipo. O como una necesidad. Ocurre que será el primer partido después del sufrido camino que desembocó en la obtención del boleto al Mundial. Y entonces, ausente ya la maldita presión que disminuyó rendimientos y mantuvo atado al 90 por ciento de los jugadores, todo está dado para que aparezcan las verdaderas cualidades de muchos de ellos. Lejos de casa, en un amistoso con aroma a fiesta del fútbol, todo invita a disfrutar del modo que mejor sabe este plantel. Jugando.
2. La comprensión de la idea.
No se cansa Sampaoli de describir su propuesta, su seductor modo de ver el fútbol. Lo obsesiona hacer entender esa mirada, a todo interlocutor y muy especialmente a los imprescindibles ejecutores del ideario. Suele decir el técnico que ninguna idea podrá materializarse si los jugadores no están convencidos de llevarla adelante. Y ahí radica el desafío que el primer duelo post-Ecuador supone. Advertir en qué grado de comprensión está hoy por hoy el grupo respecto de la propuesta -agresiva, emparentada sin duda con la historia del fútbol nacional, no exenta de intensidad y vértigo- que surge del cuerpo técnico. De esa comprensión, que involucra no sólo a los generadores de fútbol sino a las once piezas del equipo, dependerá el arribo a buen puerto de este proceso.
3. El factor Messi.
Imposible no atar la suerte de este duelo en particular y del ciclo Sampaoli en general al presente de su mejor futbolista, que en este caso es además el mejor de todos cuanto andan por el mundo. Que Messi comulga con el ideario del DT casi no está en discusión: lo manifestó cuantas veces pudo en público y trató de sostenerlo, bien que con suerte diversa, en los cinco partidos del ciclo de los que formó parte. Aun con el desgaste de largas temporadas sobre el lomo, Leo parece listo para volver a conducir a la Selección. Si está pleno, si el escaso esfuerzo de la semana lo ayuda a llegar fresco al partido de Moscú, el protagonismo argentino está asegurado.
4.La inminencia del Mundial.
Dijo Sampaoli con un énfasis que pareció tener destinatarios, que uno de los objetivos de esta gira por Rusia es avanzar en la conformación del plantel mundialista. E insistió ayer con que pretende tener lo antes posible una lista de tres jugadores por puesto para reducirla a dos allá por marzo, tras la primera ventana FIFA del año del Mundial. No son pocos los jugadores que están en Rusia -varios de ellos, titulares hoy- que deberán dar algo más de lo habitual para ganar puntos en la consideración del técnico. Tres de los cuatro debutantes en su ciclo (Pezzella, Kranevitter, Lo Celso) entran en esa lista. No son los únicos.
5. El “debut” del Kun.
Sergio Agüero sabe lo que es ponerse la camiseta de la Selección. Claro que sabe. Pero que sea su estreno en un ciclo que lleva ya seis partidos habla de que hay mucho por demostrar de parte del delantero del City. Es el nuevo inquilino en una posición por la que desfilaron en el corto plazo, sin demasiada suerte, Mauro Icardi y Darío Benedetto, con Gonzalo Higuaín aguardando otra oportunidad. Agüero deberá satisfacer expectativas y de ser posible con goles, para contribuir con el equipo en un punto deficitario y, de paso, aventajar a sus competidores. Menudo desafío.
6. El físico.
Se escribió ya respecto de la presencia de unos cuantos jugadores de 30 ó más años en el equipo. De las ventajas y desventajas que eso conlleva. Unas y otras serán puestas a prueba en el primero de los dos amistosos de la gira. Supondrá una presión ser bien visitantes ante un público entusiasta, y eso suele ser mejor sobrellevado por los de más batallas. Pero habrá un partido intenso en medio de una temporada exigente para todos, y eso puede ser un problema para jugadores de largo recorrido.
7. Lo Celso.
Otro desafío con nombre y apellido. El joven rosarino se encuentra de golpe con una bala de plata. Sus últimas actuaciones, bien que como actor de reparto, en el PSG francés sirvieron para que el cuerpo técnico confirmara toda sospecha sobre su potencial. Eso, y la necesidad evidente de rodear a Messi de futbolistas que hablen su mismo idioma, lo lanzaron a la titularidad. Juzgarlo por un partido sería una herejía de parte de Sampaoli. Dejar pasar esta chance, una pena para el talentoso jugador.
Fin de las palabras y de la enumeración de desafíos. Es la hora de disfrutar de la fiesta del Luzhniki.