No es a lo que el tenis está acostumbrado, al menos en los últimos años, pero es lo que toca. Esta vez no habrá final en el medio ni ninguna otra instancia que alimente una gran ilusión. Claro que ello no hace que la serie ante Israel no sea importante. Es que lo que estará en juego a partir de hoy será nada menos que la permanencia del equipo argentino en el Grupo Mundial de Copa Davis. Es el escenario que planteó aquella derrota de febrero, en Mar del Plata, por 3 a 1 frente a Italia, por la primera ronda. El correntino Leonardo Mayer (25º en el ranking) será el encargado de abrir el juego, con la particularidad que lo hará ante un verdadero desconocido para el mundo profesional del tenis como lo es el juvenil Bar Botzer (776º). La serie se jugará en la sede neutral de Sunrise, Florida, Estados Unidos. Allí se trasladó por el conflicto bélico en la Franja de Gaza.
Mayer, raqueta número 1 del equipo albiceleste, tendrá la chance de darle un punto inicial importante en lo anímico antes que salgan a la cancha Carlos Berlocq (67º) y Dudi Sela (84º), para jugar el segundo punto. Obviamente no hay antecedentes entre el correntino y el juvenil israelí, quien hasta aquí lo más importante que jugó son torneos Future. Sí hay un partido entre Berlocq y Dudi Sela y fue precisamente hace apenas unas semanas, en el US Open, donde Sela se impuso en cuatro sets (1/6, 6/2, 6/2 y 7/5).
Mañana, en tanto, a partir de las 12.30 se enfrentarán el zurdo de Azul Federico Delbonis y el marplatense Horacio Zeballos frente al argentino nacionalizado Jonathan Erlich y el uruguayo nacionalizado Andy Ram, que se retirará tras este match. Mientras, el domingo, a partir de las 13.30, se invertirán los cruces de singles del viernes, con la salvedad de que hasta una hora antes de cualquier partido los capitanes pueden realizar modificaciones.
Argentina tendrá que enfrentar esta serie, en la que es favorito por la actualidad de sus jugadores, sin sus dos raquetas más importantes, ambos lesionados. La referencias son, especialmente, para Juan Martín Del Potro y para Juan Mónaco, quienes debieron ausentarse por lesiones, aunque la Torre de Tandil ya se había bajado previamente del equipo por discrepancias con la dirigencia que encabeza la Asociación Argentina de Tenis (AAT).
Argentina intentará mantener su lugar de privilegio que ostenta desde la temporada 2001, en la que luego se convirtió en uno de los equipos más temidos llegando a tres finales (derrotas con Rusia, en 2006, y España, 2008 y 2011) y cinco semifinales.
Desde que el conjunto albiceleste ascendió al Grupo Mundial en 2001, frente a Bielorrusia en Córdoba, esta es la primera vez que tendrán que pelear por su permanencia en la elite. De allí la rara sensación de jugar para no descender.
Es la tercera vez que Argentina se enfrentará con Israel en Copa Davis, con dos victorias sudamericanas en 1958 y 1990.
Esta vez será especial. Porque después de muchos años de buenos rendimientos será el turno de la pelea por la subsistencia en la elite mundial.
Fuente: lacapital.com.ar