El Campo
Denuncian una exponencial ola de delitos en una zona rural bonaerense
Ataques a silobolsas y hurto de cereal; cuatrerismo y abigeato, intrusión y robos de herramientas y maquinarias; vandalismo y daños a la propiedad. En los últimos tiempos, la ola de delitos y el crecimiento de casos de inseguridad rural en el partido bonaerense de Leandro N. Alem es exponencial.
El Campo
Buena noticia para los maíces tardíos.
Sigue cayendo el precio de la urea en el mercado argentino.
Esta semana los precios de la urea en el mercado argentino cayeron en línea con una reducción impositiva y siguiendo la tendencia bajista presente en el mercado internacional.
El lunes el gobierno nacional decidió eliminar el adelanto del 95% del impuesto PAIS para acceder a la importación de bienes o servicios. Esta decisión se produce casi un mes antes de la eliminación definitiva de ese tributo –que ocurrirá el 23 de diciembre–, lo que facilita el ingreso al país de mercadería proveniente de exterior.
El impuesto PAIS se origina con el pago de la mercadería a los 30 días de nacionalizada. Sin embargo, la nacionalización exigía un anticipo del 95% del tributo, lo que requería un compromiso financiero por parte de los importadores.
“Este anuncio generó movimientos en los precios, principalmente en la urea, un producto que mantuvo sus niveles de oferta (producción + importación), pero cayó en cuanto a demanda a lo largo del año”, señala el informe semanal de la consultora IF Ingeniería en Fertilizantes.
Los precios mayoristas de la urea cayeron entre 10 y 15 u$s/tonelada desde el inicio de la semana. “Algunos importadores tomaron la iniciativa y luego el resto del mercado los siguió, básicamente debido a la falta de demanda que afecta este y otros productos de fertilizantes”, apunta el informe.
En el caso del resto de los fertilizantes no hubo modificaciones significativas en los valores ofrecidos ni la volatilidad observada en la urea. “Esto se debe, en parte, a una oferta equilibrada frente a la escasa demanda. En los nitrogenados, como soluciones nitrogenadas o nitrogenadas azufradas, hay faltantes debido a que el principal proveedor de este mercado se quedó sin mercadería disponible desde principios de noviembre y tiene entregas programadas recién a partir de enero”, señala.
“Otro importador importante también quedó sin oferta hace unas semanas. Sin embargo, a pesar de la escasez, los precios no han subido, lo cual se explica por la baja demanda”, añade.
En los fertilizantes fosfatados, la situación es similar a las soluciones líquidas nitrogenadas, dado que algunos importadores ya reportan faltantes de fosfato monoamónico (MAPP) y diamónico (DAP). “Por eso, estos productos no se ofrecen como opciones puras, sino a través de mezclas físicas con superfosfato simple. Esto ha mantenido los precios estables. Ante la falta de oferta, lejos de incrementarse, los precios se equilibran debido a la demanda limitada”, explica el informe.
Un dato importante es que, gracias al reordenamiento de los procedimientos relativos a las operaciones de comercio exterior, el valor mayorista de los fertilizantes en el mercado argentino ya no tiene “sobreprecios” asociados a cubrir riesgos cambiarios y regulatorios.
Fuente: Bichos de Campo
El Campo
Si no hay sorpresas, el campo se encamina a la segunda mayor producción de la historia
Según las últimas estimaciones, entre todos los granos el volumen de la campaña 2024/2025 se ubicará en 140,9 millones de toneladas, un aumento del 7% respecto del último ciclo agrícola y apenas abajo de los 141,5 millones de toneladas del récord de 2018/19; se prevé un crecimiento de US$1500 millones en las exportaciones
Si el clima acompaña en los próximos meses, la primera campaña agrícola entera con el gobierno de Javier Milei se encamina a ser la segunda en importancia de la historia en volumen, según una estimación de una bolsa de comercio y de una consultora, esto considerando todos los granos producidos en el país. En tanto, el ingreso por exportaciones, afectado por menores precios de los granos y lejos del récord de 2021/2022, estará en el top 3 del ranking. Dejará US$1500 millones más que el último ciclo. Por su parte, una bolsa de cereales que toma solo seis complejos productivos prevé que la cosecha sea la cuarta en relevancia de todos los tiempos y la tercera en aporte de dólares.
Esa es la foto general que adelanta hacia 2025 el campo cerca de cumplirse un año de Milei en el poder. Y que tuvo para el sector, hasta el momento, la quita de trabas para exportar, el fin de regulaciones burocráticas y una remoción de retenciones a la leche y la carne porcina y una rebaja leve en carne vacuna y aviar. Pero que todavía no da el anhelado premio mayor por los productores: la eliminación de los derechos de exportación para los cultivos de mayor importancia en volumen, como la soja, el maíz y el trigo. Son los productos también de mayores ingresos para los productores. Según los expertos, la producción en general viene estancada y los movimientos que se explican entre años se dan más por cuestiones climáticas que por un despegue sostenido. Para muchos las retenciones son limitantes en esa carrera. En especial donde, advierten, los números son negativos en planteos en campos alquilados.
“Para 2024/25 se proyecta una producción total de granos que pueda alcanzar los 140,9 millones de toneladas, un aumento del 7% respecto de los 131,6 millones de toneladas de la actual campaña, 2023/24″, dijeron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ante una consulta de LA NACION. “Es tomando un rinde normal; será clave lo que ocurra con el clima en el verano”, aclararon en la entidad. En rigor, enero y febrero se presentan como decisivos en el calendario de la campaña que se está sembrando ahora. Son meses que no deben faltar el agua. A esto se pueden sumar imponderables que al interior de una región pueden golpear, como los temporales con granizo registrados en los últimos días. En septiembre pasado, en una primera suerte de “boca de urna” la BCR calculaba 143,2 millones de toneladas, pero un ajuste sobre el maíz y el trigo ahora la hizo prever 140,9 millones de toneladas que quedarían levemente abajo del récord de 2018/19 con Mauricio Macri: 141,5 millones de toneladas.
“En cuanto al impacto en las exportaciones, se proyecta que los granos y subproductos generen despachos por US$33.600 millones en el próximo ciclo, US$1500 millones más que en la campaña 2023/24″, señalaron desde la BCR. Es, según su información, una cifra menor a los 41.800 millones de dólares del récord de 2021/2022 con precios altos.
En este marco, Gustavo López, de la consultora Agritrend, tiene también sus proyecciones: espera una cosecha total de 138,5 millones de toneladas, la segunda en relevancia tras el récord de 2018/2019 e ingresos por ventas al exterior por US$32.698 millones, el tercero en el podio, según su ranking, luego de los registros de US$43.786 millones de 2021/2022 y 32.800 millones de dólares de 2010/11, años de buenos precios promedio. Para 2024/25 espera un valor promedio FOB de exportación de 332 dólares por tonelada para todos los granos, levemente inferior a los US$345 promedio del último ciclo, pero a buena distancia de los US$472 de 2021/2022.
López estimó también cuánto recaudará por retenciones el Estado en 2025: serán US$7481 millones, una suba del 7% versus 2024. Es inferior al récord de US$9992 millones de 2021/2022.
Más estimaciones
Para Ramiro Costa, economista en jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, los productores se enfrentan en la campaña con retos productivos y económicos. Tienen que ver con las grandes cosechas en países competidores como los Estados Unidos y Brasil, pero también con el clima, los costos y los bajos precios.
“Los precios a cosecha de soja y de maíz registraron niveles particularmente bajos para la etapa de presiembra, con caídas del 15% y 7% respecto al año anterior, ubicándose además por debajo del promedio de las últimas cinco campañas”, comparó. Y agregó: “La caída en los precios, junto con una reducción de los costos de los insumos que no fue proporcional, afectó los márgenes brutos, con un deterioro del 26% a nivel nacional en comparación con el ciclo anterior. Al incorporar los costos de alquiler, la situación se torna aún más crítica, limitando la rentabilidad de los productores”.
Costa señaló que la Bolsa de Cereales porteña proyecta una producción total de 128,9 millones de toneladas, un 2% por encima del ciclo anterior, pero un 8% por debajo del récord del ciclo 2018/19. La entidad hizo la estimación con soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo.
El experto hizo esta observación: “Desde entonces [por el récord de 2018/2019], la producción se ha mantenido en un rango de entre 126 y 131 millones de toneladas, exceptuando la campaña 2022/23 marcada por la sequía, donde la producción se ubicó en 83,6 millones de toneladas. Más que si es la segunda, tercera o cuarta [cosecha], es el estancamiento. El agro dejó de crecer y esos pequeños movimientos son mas explicados por clima que por inversiones”.
Costa le puso el foco a la presión impositiva: “Aunque en el último año se implementaron algunas políticas y reformas con impactos positivos, la continuidad de impuestos como los derechos de exportación sigue siendo un desafío para la competitividad del sector, limitando su capacidad de crecimiento. Al analizar las cantidades exportadas ajustadas a precios constantes de 2015, se observa que el nivel de las exportaciones se encuentra estancado, mientras que los incrementos recientes responden principalmente a variaciones en los precios internacionales”. Respecto de las exportaciones, dijo que se estima que el sector agrícola genere US$30.568 millones en la campaña 2024/25, “apenas US$292 millones más que el ciclo previo”.
Números
Para quienes tienen que enfrentar la inversión, los productores, los números no son fáciles. “La interminable caída de precios determina que algunos cultivos den rentabilidad negativa cuando se desarrollan en campos alquilados, como es el caso de la soja en el sur de la provincia de Buenos Aires, que dejará una pérdida de 28 dólares por hectárea”, advirtió un reporte de la consultora AZ-Group. En cambio, en esa zona el cultivo estrella es el girasol, con un resultado positivo de 241 dólares por hectárea, dijeron.
“En otras regiones de cultivo, por ejemplo, el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, los mejores resultados esperados son para el maíz de siembra temprana y la combinación del trigo con la soja, seguidos por el girasol y, en último lugar, la soja como único cultivo, muy castigada por el bajo precio ofrecido para el momento de cosecha”, señalaron.
Otros datos bastan para explicar que, en términos económicos, para los productores, los números son ajustados. Según Javier Roca, de esa consultora, el 27 de noviembre de 2023 el precio ofrecido para la cosecha de soja (mayo de 2024) era de US$330 por tonelada, un 20% mayor al de igual fecha de este año, con 275 dólares. Agregó que, en el caso del valor del maíz, el 27 de noviembre de 2023 para la época de recolección (abril de 2024) era de 190 dólares por tonelada, un 7% más alto que el que ofrecido en 2024, con 177 dólares.
Fuente: Diario La Nación
El Campo
Llegó a tiempo el alivio para una zona que imploraba más agua
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la región agrícola núcleo las precipitaciones permitirán reactivar la siembra de soja ya que había lugares que necesitan mejorar la humedad del suelo.
Luego de las lluvias de ayer que, entre otras regiones, se registraron sobre la región agrícola núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló en un reporte que las precipitaciones registradas permitirán reactivar la siembra de soja que se encontraba detenida en algunas zonas a la espera de que mejorara el contenido de humedad. En tanto, como informó LA NACION, en partidos del oeste bonaerense hubo daños en infraestructura de galpones en varios campos por vientos huracanados.
“Los acumulados más significativos se registraron en el centro-norte y oeste de la región. Localidades cordobesas como Hernando recibieron 90 milímetros, Noetinger 68 milímetros e Irigoyen 52 milímetros. En el centro-sur santafesino Clason reportó 44 milímetros, mientras que más al sur, en Bigand, las lluvias apenas alcanzaron los 20 milímetros”, señaló. Indicó que Sunchales sorprendió con un acumulado de 144 milímetros. Florencia Poeta, del área de Estimaciones Agrícolas de la BCR, señaló, según el reporte de la organización, que estas lluvias “eran cruciales” porque la siembra de soja se encontraba detenida en amplias zonas a la espera de humedad.
“Según el informe publicado el jueves pasado por la BCR, hasta la semana pasada se había sembrado el 93% de la soja de primera, pero aún restaban por completar 300.000 hectáreas, además de un avance más significativo sobre la soja de segunda, cuya implantación recién había comenzado de manera incipiente en algunos sectores”, apuntó.
“Con este aporte hídrico se espera que las labores de siembra se reactiven en los próximos días, especialmente en áreas que venían enfrentando condiciones de humedad limitada”, agregó.
La BCR explicó que Poeta señaló que las lluvias pronosticadas hasta pasado mañana podrían consolidar estas mejoras, permitiendo completar la soja de primera y avanzar sobre una mayor proporción de soja de segunda. “Sin embargo, el sur de la región y sectores del noroeste bonaerense aún requieren más agua para alcanzar una condición óptima”, señaló.
“El impacto de las lluvias también beneficia al trigo, que ya mostraba buenos rendimientos. En zonas como el sudeste cordobés y el centro-sur santafesino, donde las cosechadoras reportaban rindes positivos en trigo, el agua caída asegura además mejores perspectivas para los cultivos en desarrollo, como el maíz temprano. El clima sigue siendo un factor determinante en una campaña agrícola que combina resultados alentadores con desafíos regionales”, analizó.
Respecto del trigo, la semana pasada la Bolsa rosarina indicó que, en la zona núcleo, estaba mostrando resultados que superaban lo esperado. “Las primeras 400.000 hectáreas cosechadas presentan rindes que oscilan entre 5 y 10 quintales por encima de las estimaciones iniciales”, dijo.
Precisó que en localidades como María Susana y Aldao se alcanzaron promedios de 36 y 45 quintales por hectárea respectivamente, mientras que en Monte Buey se registraron hasta 57 quintales por hectárea. “Sin embargo, los resultados son variables, y las expectativas dependerán del volumen total cosechado en las próximas semanas”, expresaron.
Fuente: Diario La Nación
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